El conocimiento del suelo, de sus características y aptitudes, así como de su distribución geográfica dentro de un área, es fundamental para planificar racionalmente su uso. La finalidad de las cartas de suelos es, precisamente, divulgar conocimientos sobre las propiedades de los suelos y mostrar su distribución, clasificar cada tipo de suelos presentes de acuerdo a su aptitud de uso y dar a conocer las ñamas generales para su manejo y conservación.

El presente estudio estádestinado principalmente al productor agropecuario, con el propósito de ayudarle a conocer mejor sus tierras y contribuir a que las maneje en forma adecuada, aumentando su nivel de aprovechamiento. También está dirigida a los extensionistas y agrónomos para que las utilicen en sus tareas de divulgación, asesoramiento y manejo de campos, a los ingeniaos civiles e hidráulicos para sus proyectos de construcción de caminos, edificios y otras estructuras para las cuales deben poseer datos sobre propiedades de los suelos.

La información suministrada por las Cartas de Suelos permite además su interpretación con otros importantes fines, entre ellos:

1. Determinar la capacidad de uso de los suelos y estimar su productividad bajodeterminados niveles de manejo.
2. Planificar el uso racional del suelo a distintos niveles (regional, subregional y de predio), permitiendo adecuar las prácticas de manejo y conservación que exigen las distintas clases de tierras, para una mayor y sostenida productividad agrícola.
3. Dar las bases para la investigación y experimentación agropecuaria, permitiendo la extrapolación de resultados experimentales dentro y fuera del país.
4. Establecer criterios técnicos para la administración del crédito y para la definición de políticas agropecuarias, crediticias, impositivas y de colonización.
5. Determinar las áreas de recuperación económica afectadaspor erosión, salinidad, alcalinidad, drenaje deficiente, etc.

La Carta de Suelos de la Repúblicá Argentina está destinada a dar a conocer los resultados (te los estudios de campo, gabinete y laboratorio efectuados en un área presentándolos en forma de textos explicativos y de mapas a escalas diversas.

Este informe contiene la Carla de Suelos, separada en cuatro fotocartas (cartas con fondo fotográfico) y el Texto Explicativo correspondientes a la HOJA 3363-26 ALEJANDRO del instituto Geográfico Militar. Dicha Hoja cubre una superficie aproximada de 172.000 ha comprendida entre los paralelos 33'’20' a 33"d0‘ de latitud Sur y los meridianos 63°30' a 64 "OO' de longitud Oeste de Grecndwich. Abarcando parte de los Departamentos Juárez Colman, y Río Cuarto.

Las fotocartas tienen una escala aproximada de 1:50.000 y representan áreas correspondientes a las hojas, a esa misma escala, del InsLitulo Geográfico Militar (IGM) denominadas 3363-26-1 "Ea. El Cautivo"; 3363-26-2 "Alejandro"; 3363-26-3 "Monte de los Gauchos" y 3363-26-4 "Huanchillas". La situación relativa de estas cartas respecto a la división política se muestra en la Figura 2.

Del área que abarca la HOJA ALEJANDRO existe como antecedente de cartografía de suelos el relevamicnto a nivel de Reconocí miento (Escala 1:500.000) puhlicado en el ATLAS DE SUELOS DE LA REPUBLICA ARGENTINA. En la Bibliografía que incluye esta memoria se consigna este y otros trabajos referidos especialmente a aspectos agronómicos del área.

Los materiales básicos usados para la cartografía de los suelos fueron las fotografías aéreas a escala 1:20,000 del año 1970, los mosaicos aerofotográfieus semi apoyados y los procedimientos de reconocimiento y caracterización de suelos en el carn po, tal como se describen en NORMAS DE RECONOCIMIENTO DE SUELOS (Etchevehc-re, 1976) basados en el SOIL SURVEY MANUAL (USDA, 1961, 1974).

La clasificación taxonómica de los suelos se basa en el sistema americano SOIL TAXONOMY (USDA, 1975). Dado que los análisis mecánicos disponibles no segregan las fracciones 50-74 y 75-100 micrones, sino que se determina sólo la fracción arena muy fina de 50-100 microncs, en la determinación de 1 clase por tamaño de partícula a nivel de fi milia se ha empicado el criterio de asignar 1 mitad de la fracción arena muy fina al limo la otra mitad a las arenas.

Las tierras que se han delineado en el mapa fueron ubicadas por su capacidad de uso en algunas de las ocho clases definidr por el sistema del USDA (Klingebiel y Montgomery, 1961).

Figura Nº1
Ubicación Geográfica de la Hoja ALEJANDRO

Figura Nº2
Gráfico de unión de los cuatro mosaicos que forman

La totalidad de la Hoja ALEJANDRO está comprendida dentro de dos grandes Región Geomorfológica que son: la Pampa Arenosa (propiamente dicha y anegable) y la Pampa alta o Plataforma Basculada.

Se caracteriza por poseer gradientes regionales hacia el Este muy bajos, por el Oeste, la cota 135 m snm y por el Este de 125 m snm, es decir un porcentaje de 0,02 %.

Los procesos de salinización, alcalinización e hidromorfismo son importantes cuantitativamente, en particular el la fotocarta 3363-26-4. Los sectores altos de suelos zonales comprenden depósitos arenosos y franco arenosos con suelos que tienen retención de humedad moderada a baja y susceptibles a la erosión eólica.

En el ámbito de la Hoja ALEJANDRO se pueden definir los siguientes ambientes: (Figura N° 3).

2.1.1 Pampa arenosa (Unidad 1)

Ocupa la mayor superficie de las foto-cartas 1 y 2 y parte de 3 y 4.

El relieve dominante corresponde a lomadas de origen eólico onduladas y suavemente onduladas (serie Oíaeta y La Carlota) con sectores "bajos", lomas planas e intermedias y otras depresiones algunos con cuerpos de agua de reducidas dimensiones.

Por las características de los materiales originarios de los suelos zonales dominantes (arenosos y franco arenosos) y por la escasa pendiente regional no se observan evidencias de escurrimientos superficiales, característica típica de este sector de la provincia.

La orientación general de las formas del paisaje es NNE-SSW, posiblemente originado por la dirección de los paleovientos durante el período de su génesis.
- La erosión eólica es importante y selectiva, afectando en particular las crestas de lomas.
- Es muy frecuente la presencia de lomas medanosas longitudinales de unos 200 a 500 m de ancho y varios kilómetros de largo.
- Los procesos de acumulación eólica de arenas finas es frecuente en concavidades o pequeñas depresiones más húmedas ubicadas próximas a pequeños médanos y lomas medanosas.

2.1.2 Pampa arenosa anegable (Unidad 2)

Comprende ambientes fisiográficos ubicados en el área central y Este de la Hoja alejandro.

Se caracteriza por tener un porcentaje cuantitativamente importante de sectores cóncavos que comprenden: Lagunas (permanentes y semipermanentes) con sus respectivas áreas de influencia y otras depresiones planas normalmente afectados por anegamientos con la capa freática salina próxima a la superficie y suelos con alcalinidad y salinidad.

Es notable la vinculación directa entre depresiones de deflación con lomas medanosas y médanos pequeños.

La red de drenaje es prácticamente inexistente, solo se observan algunas conexiones entre depresiones y lagunas.

2.1.3 Terrazas del Río Cuarto (Unidad 3)

Poseen características morfogenéticas diferentes a la pampa arenosa ocupando un pequeño sector longitudinal en el N de la fotocarta 26-2 de un ancho medio de 3 km., vinculado al curso actual del río mencionado.

El relieve es plano, suavemente deprimido con respecto a la llanura eólica adyacente, presentando algunas ondulaciones menores (mesorelieves fluviales).

Es común la presencia de lechos arenosos, pequeños albardones longitudinales y suaves depresiones con sedimentos más finos y de texturas contrastantes en capas, con materia orgánica abundante en profundidad.

2.1.4 Pampa elevada (Unidad 4)

Comprende la porción Sudoeste de la Hoja ALEJANDRO.

Posee las siguientes características:
- Pendiente del orden del 0,05 %.
- Material originario de los suelos de origen eólico de textura franca a franco arenosa.
- Procesos de erosión hídrica generalizados en forma de surcos y zanjas con cierto deterioro de la red vial secundaria en caminos O-E.
- Dominio de suelos de texturas medias y gruesas (Haplustoles: Serie Monte de los Gauchos).
- Se observan algunas vías de escurri-miento temporario suavemente deprimidas con orientación NNE-SSO.

Carece de sectores deprimidos y la capa freática normalmente es profunda, no afectando los perfiles de los suelos.

Figura Nº3
Subzonas GEOMORFOLÓGICAS
Hoja 3363-26 ALEJANDRO

Alejandro está situado en la latitud de 33°20'S y en la longitud de 63°42'W y a una altitud de 129 m.s.n.m. En el área de la Hoja ALEJANDRO no funciona ninguna estación meteorológica, solamente existen datos pluviométricos. Por ello, para describir el régimen térmico y el régimen de heladas se recurrió a la información correspondiente a la ciudad de Río Cuarto del Servicio de Agrometeorología de la UNRC (1995).

El régimen térmico de esta zona es tempiado, la temperatura media anual es de 16,4 °C. La temperatura media del mes más caluroso (Enero) es de 23 °C y la correspondiente al mes más frío (Julio) de 9,1 °C. En consecuencia la amplitud térmica anual resulta ser de 13,9 °C (Cuadro N°1 y Gráfico N°l).

El periodo medio libre de heladas se extiende desde principios de Setiembre a fines de Mayo con una duración de 256 días, en consecuencia el período medio con heladas es de 109 días. En el 100% de los años ocurren heladas.

Cuadro Nº1
TEMPERATURAS MEDIAS MENSUALES (en °C) PERIODO MEDIO CON HELADAS EN LA HOJA 3363-26 - ALEJANDRO

Gráfico Nº1
Valores Medios de Temperaturas y Heladas
Hoja 3363-26

Para contar con un análisis detallado de las precipitaciones en término de valores medios, dispersión y coeficientes de variación, como así también poder expresar la distribución de las lluvias en valores proba-bilísticos, se recurrió a datos de la localidad de Alejandro, proporcionados por la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la U.N.C.

En los Cuadros N°2 y 3 y Gráfico N°2 se especifican los valores medios, máximos, mínimos, desviación standard y coeficientes de variación mensual y anual para lluvias de dicha localidad en el período 1924-1982. Respecto de la distribución estacional de las precipitaciones se puede indicar que el trimestre invernal es netamente seco (10,7% de las lluvias anuales) mientras que el período estival concentra el 38,3% de las lluvias (Cuadro N°4). Se comienza a manifestar por lo tanto un régimen de tipo monzónico.

El promedio mensual de precipitaciones en localidades semiáridas, como la que nos ocupa, debe considerarse como un simple valor orientativo.

Este hecho debe atribuirse a la gran variabilidad de los registros de lluvias men

suales a lo largo de la serie. Cuando menor es el promedio mensual, más elevada resulta la dispersión, hechos que se traducen en valores muy significativos del coeficiente de variabilidad. En efecto, en los meses de Mayo, Junio, Julio y Agosto, período mas seco, la desviación Standard del promedio es superior al promedio mensual, dando lugar a valores de coeficientes de variabilidad superiores al 100%. Por lo contrario, de Setiembre a Abril, las lluvias son relativamente más "seguras" y con un menor grado de vnrin bilidad.

Por éste motivo es conveniente recurrir a otra metodología que se ajuste mejor a la distribución de las lluvias y permita su expresión en términos de probabilidad para su uso en planificación agropecuaria. En el Cuadro N°5, se detallan los valores obtenidos para el período mensual y para cuatro niveles de probabilidades; 20%, 50%, 75% y 80%. Esto significa por ejemplo en el primer caso (20%) la seguridad de que se dé esa precipitación igual o superior 1 año de cada 5, para el 50% sería un año de cada 2. Es conveniente destacar que estos valores no tienen carácter de pronóstico meteorológico sino probabilístico y no significa que se van a dar estos montos con esa periodicidad, sino que en un lapso grande de años se dé esa proporción; por ejemplo 50% es probable que se dé una precipitación igual o superior a la indicada 10 años de cada 20, ó 20 de cada 40 en lugar de 1 año cada 2.

Los valores del 50% del Cuadro N"5, pueden ser comparados con los promedios del Cuadro N°2 y notar que son inferiores los 8 probables a los valores medios, demostrando lo inseguro de trabajar con estos últimos, que estarían sobrestimando la precipitación esperada.

Cuadro Nº2
PRECIPITACIÓN MEDIA Y VARIABILIDAD DE LA LOCALIDAD DE ALEJANDRO
SERIE 1924-1982

Cuadro Nº3
PRECIPITACIONES MEDIAS MENSUALES, DESVIACIÓN STANDARD DEL PROMEDIO Y COEFICIENTE DE VARIABILIDAD DE LOS PROMEDIOS MENSUALES DE LA LOCALIDAD
DE ALEJANDRO SERIE 1924 - 1982

Gráfico Nº2
PRECIPITACIÓN MEDIA, MÁXIMA Y MÍNIMA Localidad ALEJANDRO

Cuadro Nº4
PRECIPITACION MEDIA MENSUAL Y ESTACIONAL DE LA LOCALIDAD DE ALEJANDRO (en mm)

Cuadro Nº5
PROBABILIDAD MENSUAL EN PORCIENTO DE RECIBIR x mm O MAS DE PRECIPITACIÓN EN LA Hoja ALEJANDRO

La información pluviométrica sola, no es suficiente para conocer el régimen hé-drico de un determinado lugar, o sea para conocer si la cantidad de agua que aportan las lluvias satisfacen las demandas que se dan en un ambiente determinado y para determinados cultivos. Para ello es im prescindible conocer los consumos de agua y pérdida a través del suelo y los cultivos, proceso denominado evapotranspiración, esto puede tener dos formas: potencial (ETP) que es un valor máximo en función de las características atmosféricas del lugar y otra la real (ETK) que es consecuencia de las disponibilidades hídricas dado por la precipitación y los aportes de humedad del suelo. A través del balance hídrico se pueden vincular estos elementos y así se puede tener una idea aproximada de las posibles épocas de deficiencias o excesos de agua.

Un método que se emplea comúnmente para resolver esto es el de Thomthwaite y Mather (1967), estos autores proponen tablas de retención de humedad del suelo según distintas capacidades, en este cuso se usó la de 300 mm de almacenaje, tal como se hizo para otras Hojas a fin de que sean comparables por lo menos a escala geogr fica y climá-hca, aunque a escala local o puntual los valores difieren un tanto de la realidad.

Con estas consideraciones se pueden comentar los datos consignados en ci Cuadro y en el Gráfico N°3, los cuales corresponden a los resultados obtenidos al calcular balance hidrieo del área, utilizando los datos de precipitación detallados a nivel mensual de la localidad de Alejandro y de temperatura media mensual del Cuadro N°l. Del análisis del mismo surge la existencia de un desequilibrio hídrico negativo entre la demanda de agua (ETP) y los aportes del suelo y la precipitación (87 mm de déficit anual). Solamente dos meses Setiembre y Octubre no presentan déficits. Los meses con mayor deficiencia son Enero (24 mm), Febrero (16 mm), Agosto (13 mm) y Diciembre (10 mm).

Los mayores déficits se producen en los meses de verano, siendo menores en los meses invernales, pues aunque la precipitación es menor que la evapotranspiración, ésta disminuye como consecuencia de las bajas temperaturas. El déficit hídrico está presente casi todo el año. El agua total almacenada se mantiene en valores muy bajos y muy alejada de la capacidad máxima planteada.

La realización exitosa de cultivos de cosecha, obliga a la adopción de ciertas prácticas de manejo, que minimicen el efecto de la desfavorable situación hídrica descripta. Entre ellas se pueden citar: la realización de barbechos con suficiente antelación, el coriliul de malezas, ajuste de épocas de siembra, etc. La práctica dei barbecho permite reducir la evapotranspiración al mínimo, lo cual contribuye a la implantación de cultivos con buena reserva hídrica en el sucio.

Utilizando los valores anuales del balance hidrico se puede realizar una clasificación del clima siguiendo la metodología propuesta por Mather (1965) quien vinculando los excesos y deficiencias hídricas y la evapotranspiración anual, resume en un sólo indice las características del lugar, el mismo es el índice hidrico y se calcula multiplicando 100 por el exceso de agua al que se le resta la deficiencia multiplicada por 60 y é+ste resultado se divide por la ETP; para éste caso se obtuvo el valor de -6.40 que corresponde a un clima subhúmedo seco.

Para ampliar la información en aspectos agroclimáticos se recomienda consultar los trabajos de De Fina y colaboradores (1966).

Gráfico Nº3
BALANCE HIDROLOGICO MENSUAL
Localidad ALEJANDRO

Cuadro Nº6
BALANCE HÍDR1CO MENSUAL, SEGUN THORNTHWAITE HOJA 3363-26 - ALEJANDRO

En este Capítulo se dan a conocer las características de los suelos que se han reconocido en la Hoja 3363-26 ALEJANDRO y se describen todas las unidades cartográficas señaladas en las fotocartas. Dichas fotocar-tas llevan sobreimpresos límites y símbolos que corresponden a las llamadas unidades cartográficas o de mapeo de suelos.

Cada unidad cartográfica representa un suelo o una agrupación de suelos vinculada geográficamente. Algunas veces la unidad cartográfica corresponde a un paisaje homogéneo y los suelos suelen tener entonces características muy similares entre sí, como sucede en la mayor parte de las lomas o campos altos del área estudiada.

Un grupo homogéneo de suelos desarrollados sobre un mismo material originario y donde la mayor parLe de sus características son similares entre sí, constituyen una Serie de suelos. Dentro de cada Serie se admite una gama de variaciones en sus características, pero en general los suelos de una misma Serie son muy semejantes entre sí. Cada Serie de suelos se identifica con un nombre tomado de alguna localidad, paraje o estancia de los alrededores del lugar donde dicho suelo se halla mejor representado o fue primeramente estudiado. La Serie es la más pequeña de las unidades taxonómicas del sistema de clasificación empleado (Véase Clasificación de los Suelos).

Si bien los suelos de una misma Serie son prácticamente similares en todas sus propiedades y caracteres, dentro de un área carto-grafiada como perteneciente a una misma Serie se pueden observar sectores cuyos suelos posean alguna propiedad externa o interna que difiera de lo que se tiene por "normal" para la Serie. Por ejemplo, una misma Serie puede ofrecer diferencias cuando sus perfiles están ubicados en una pendiente en lugar de una planicie casi horizontal, o tienen un grado de drenaje distinto al normal. Cuando se estima que las diferencias observadas pueden afectar el uso potencial y requerir distinto manejo, a esos sectores se los distingue y separa en el mapa como fases de la Serie respectiva. En la Hoja ALEJANDRO son comunes las fases por drenaje, anegamiento, alcalinidad y erosión eólica

En pocos sectores de las fotocartas que se presentan con este informe, las unidades cartográficas corresponden a series puras, o consociaciones. Los caracteres de los suelos comprendidos en ellas son suficientemente similares como para que se comporten de igual manera ante un mismo uso. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que aún en las unidades consideradas como series puras puede existir algún suelo menor o poco representativo, que cubra una superficie difícil de representar a la escala de esta publicación lo que se considera como una impureza o inclusión.

Cuando un paisaje no es homogéneo en cuanto a los suelos, como ocurre con la mayor parte riel área, o cuando por razones de escala no ha sido posible separar series puras, en el mapa se han señalado asociaciones o complejos de suelos; en estas "unidades cartográficas compuestas" se agrupan dos o más suelos (Series) distintos. Las asociaciones de suelos reciben los nombres de las series o fases que la integran y en la mayoría de los casos también se indica el porcentaje correspondiente a la superficie ocupada por cada suelo dentro de la asociación. Las asociaciones podrían en muchos casos ser objeto de estudios más detallados, es decir a escalas mayores (1:20.000 ó 1:10.000), para delimitar por separado los suelos que incluyen.

La mayor parte de los complejos corresponden a campos bajos, bañados o depresiones. En la mayoría fue posible identificar las series que los integran, en estos casos sus nombres se expresan de la misma manera que en las asociaciones. Cuando no se han identificado a los suelos que forman el complejo, la unidad cartográfica se define como un complejo indeterminado y recibe un nombre general. Cuando no se ha podido estimar el porcentaje de los componentes que integran la unidad, se define como un complejo indiferenciado.

En el punto 3.1. se da la clasificación taxonómica de los suelos reconocidos en la Hoja y, mediante un mapa esquemático se señala su distribución general en el área. En el punto 3.2. se procede a señalar los rasgos dislinLivos y las características que identifican a cada una se las series reconocidas en el área de esta memoria. En la descripción de cada Serie de sucios se indican en primer término la secuencia de horizontes que la caracteriza, las propiedades internas y algunas características externas del suelo, la posición que ocupa en el paisaje y, entre oLras condiciones, su drenaje natural. A continuación se presenta la descripción técnica de un perfil típico de la Serie con los datos analíticos respectivos, destinados especialmente a los técnicos que se interesen por una información más exhaustiva de la Serie.

Seguidamente, en el punto 3.3. se describen las unidades cartográficas simples y las unidades que agrupan más de un suelo diferente, es decir las asociaciones y los complejos de suelos o unidades cartográficas compuestas.

De cada asociación o complejo se establecen las características del paisaje, los suelos que lo integran, los porcentajes de cada suelo -cuándo ha sido posible estimarlos- y breves consideraciones sobre la aptitud para el uso, lalcs como las referidas a los problemas derivados de características desfavorables del suelo, del grado de erosión, del mal drenaje, etc..

La estimación del porcentaje de superficie que cubre cada suelo dentro de una asociación o un complejo es de suma utilidad para establecer la capacidad de uso válida para toda la unidad compuesta, de acuerdo con las capacidades de uso individuales de cada sudo integrante. Esto adquiere mayor importancia en los casos de unidades combinadas que están integradas por suelos de aptitudes agropecuarias muy dispares, como sucede cuando un complejo está formado por suelos arables aptos para agricultura y sucios alcalinos, muchas veces ineptos para cultivos de cosecha.

Las referencias de orden utililario o interpretativo de todas las unidades mapeadas (series, fases, asociaciones o complejos) se encuentran en el CapíLulo 4., donde se consigna la clasificación por aptitud de cada unidad.

En cuanto a la distribución geográfica de las unidades reconocidas, éstas aparecen en las fotocartas identificadas por medio de sus respectivos símbolos. En la Guía de Unidades Cartográficas, se consignan dichos símbolos, los nombres de las unidades y la superficie en hectáreas y en porcicnlos y el índice de productividad que corresponde a cada unidad.

El sistema utilizado es el sistema americano conocido como Soil Taxonomy (USDA, 1975), que comprende seis categorías. Comenzando desde la más amplia, estas categorías son: ordenes, subórdenes, grandes grupos, subgrupos, familias y series. La clasificación se basa en propiedades que pueden ser observadas en el campo o inferidas a partir de estas observaciones, o bien en datos analíticos de laboratorio. En el Cuadro N°7. se consigna la clasificación taxonómica de los suelos reconocidos en la Hoja ALEJANDRO, clasificados de acuerdo con este sistema. Las categorías del mismo son:

Orden: actualmente se reconocen doce órdenes; las diferencias entre los mismos reflejan los procesos dominantes de formación y la intensidad con que los mismos actuaron. Cada Orden se identifica con una sílaba. Por ejemplo: si termina en “ol” es Molisol.

Suborden: cada uno de los Órdenes se divide en Subórdenes principalmente sobre la base de propiedades que influyen en la génesis y son importantes para el crecimiento de las plantas o de propiedades que reflejan las variables más importantes dentro de los Órdenes. La última sílaba en el nombre de un Suborden indica el Orden y la primera señala la propiedad diferenciadora del Suborden. Por ejemplo “Udol”; en el que “Ud” significa húmedo y “ol” proviene de Molisol o bien “Ustol” donde “Ust” significa subhúmedo o semiárido.

Gran Grupo: cada Suborden se divide en Grandes Grupos sobre la base de similitudes en el tipo, disposición y grado de desarrollo de los horizontes genéticos, de los regímenes de temperatura y humedad y del nivel de saturación con bases. Cada Gran Grupo se identifica con el nombre de un Suborden al que se le agrega un prefijo que indica la propiedad diferenciadora del suelo. Por ejemplo: “Argiustol”; en el cual “Argi” significa desarrollo diferencial de horizontes y “ustol” es el nombre del Suborden de los Molisoles de climas subhúmedos o semiáridos.

Subgrupo: cada Gran Grupo tiene un Subgrupo típico más otros que representan intergrados o extragrados. El Subgrupo típico corresponde al concepto central del Gran Grupo y no es necesariamente el más difundido. Los intergrados señalan transiciones hacia otros Órdenes, Subórdenes o Grandes Grupos; los extragrados presentan alguna propiedad que no corresponde al Gran Grupo, pero tampoco indican transiciones hacia ningún otro tipo conocido de suelos. Cada Subgrupo se identifica por uno o más adjetivos que califican el nombre del Gran Grupo. El adjetivo “típico” identifica al Subgrupo que tipifica al Gran Grupo. Por ejemplo: Argiudol típico.

Familia: se establecen dentro de los Subgrupos sobre la base de características o propiedades físico-químicas que afectan el manejo. En general son propiedades de horizontes que aparecen por debajo de la profundidad del horizonte superficial, donde hay intensa actividad biológica. Entre las características y propiedades tenidas en cuenta están las clases por tamaño de partícula, la composición mineral, el régimen de temperatura, la profundidad de la zona de enraizamiento, la consistencia, la humedad equivalente, la pendiente y el agrietamiento. El nombre de una Familia se forma con el nombre del Subgrupo al cual pertenece seguido de los términos que indican las propiedades. Por ejemplo: Argiustol típico, franca gruesa, mixta, térmica.

Serie: las Series, como concepto taxonómico, consisten en suelos que tienen perfiles similares en cuanto a la sucesión de horizontes, los cuales son semejantes en color, estructura, reacción, consistencia y composición mineral y química. La textura de la capa superficial o del sustrato puede diferir dentro de las Series. Los nombres que se asignan a las Series son nombres locales que identifican el lugar donde los suelos están más difundidos o fueron estudiados por primera vez.

La Figura N° 4 ofrece una visión esquemática de la distribución de los suelos principales del área; se trata de un croquis generalizado, elaborado a partir de los mapas básicos, que permite visualizar rápidamente la situación de los suelos dominantes.

Figura Nº4
Distribución General de las Principales Unidades de Suelo
HOJA 3363-26 ALEJANDRO

REFERENCIAS:
1. Series LA CARLOTA Y O LA IOTA subordinada ligeramente erosionada por viento.
2. Series ligeramente erosionadas por vientos de la CARLOTA Y OLAETA.
3. Series BENJAMIN GOULD, LOS MEDAN1TOS, otros suelos bidromórfieos salino sódicos y lagunas.
4. Series LOS MEDAN1TOS, BENJAMIN GOULD, LA CARLOTA y suelos hidromóríicos.
5. Series OLAETA y MONTE DE LOS GAUCHOS subordinada.
6. Series OLAETA y LA VICTORIA, LA CARLOTA, otros suelos hidromóríicos y Lagunas.
7. Series LA CARLOTA, OLAETA moderadamente erosionadas por viento y otros suelos hidrorrióficos asociados.
8. Series LA VICTORIA Y CARNER1LLO, suelos menores intrato na les y lagunas sernipermanentes.
9. Series MONTE DE LOS GAUCHOS y LA CARLOTA ligeramente erosionadas.
10. Series LA CARLOTA y OLAETA moderada a severamente erosionadas por viento y sucios poco diferenciados.
11. Series OLAETA erosionada por viento, MONTE DE LOS GAUCHOS y Ea. EL CAUTIVO.
12. Series LOS CISNES, LOS PARAISOS y otros sucios fluviales de Terrazas del Río IV.
13. Series LA CARLOTA y OLAETA moderadamente erosionados por viento y suelos menores arenosos intrazonales.

A continuación se describen en orden alfabético de sus nombres, las series clasificadas en el Cuadro N° 7, para informal' al usuario acerca de las características distintivas, morfológicas y analíticas de cada una.

En el punto 3.3. se describen las unidades cartografiadas en los mapas básicos de suelos, con los símbolos que las identifican en las respectivas fotocartas que acompañan a esta memoria.

En dichos puntos se hace mención a menudo de las series componentes descriptas en 3.2.; las características diferenciales de estas series y las propiedades que tienen mucho que ver con el comportamiento del sucio frente al uso y a las diferentes respuestas frente a los cultivos.

Cuadro Nº7
Clasificación Taxonómica de los suelos