El conocimiento del suelo, de su aptitud para el uso y del área que ocupa, es fundamental para planificar racionalmente su utilización. La finalidad de las cartas o mapas de suelos es, precisamente, divulgar conocimientos sobre las características y propiedades de los suelos de una región, mostrar su distribución geográfica, asignar a cada uno la correspondiente clasificación por su aptitud para el uso y dar a conocer recomendaciones de manejo.
El presente estudio está destinado principalmente al productor agropecuario con el propósito de ayudar a conocer mejor sus tierras, contribuir a que las maneje en forma adecuada aumentando así su nivel de aprovechamiento, a los extensionistas y agrónomos para que lo utilicen en las tareas de divulgación, asesoramiento y manejo de campos, a los ingenieros civiles e hidráulicos para sus proyectos de construcción de caminos, edificios y demás obras para las cuales deben poseer datos sobre propiedades de los suelos. Otros grupos de usuarios que pueden extraer información contenida en esta carta son los relacionados con actividades inmobiliarias, la valuación de campos, la subdivisión de propiedades, incluidos no solo agentes inmobiliarios sino organismos crediticios e instituciones de gobierno, así como las entidades rurales encargadas de discutir, proponer o definir políticas impositivas o de emergencias para el sector. Por último, el tipo de información suministrada constituye un aporte trascendente en el campo de la docencia y la investigación, donde puede contribuir a la generación y a la difusión de tecnologías localmente específicas. En síntesis, esta Carta de Suelos contiene datos que pueden ayudar a la toma de decisiones objetivas a todos aquellos vinculados al recurso suelo.
La información suministrada por las Cartas de Suelos permite, además, su interpretación con otros importantes fines:
1) Determinar la capacidad de uso de los suelos y estimar su productividad bajo determinado nivel de manejo.
2) Interpretar los datos básicos que se presentan para definir la aptitud de las tierras para usos alternativos y diferentes niveles de manejo.
3) Planificar el uso racional del suelo a distintos niveles (regional, subregional y predial) permitiendo adecuar las prácticas de manejo y conservación que exigen las distintas clases de tierras, para una mayor y sostenida productividad agropecuaria.
4) Definir prácticas y estrategias, a nivel predial o de lote, de tratamientos o de aplicación de insumos en sitios específicos.
5) Dar las bases para la investigación y experimentación agropecuaria, permitiendo la extrapolación de resultados experimentales dentro y fuera del país.
6) Establecer criterios técnicos para la definición de políticas agropecuarias, crediticias e impositivas.
7) Determinar áreas factibles de recuperación económica afectadas por erosión, salinidad, sodicidad, deficiente drenaje, etc.
Esta publicación forma parte de la serie editorial Carta de Suelos de la República Argentina, que está concebida para dar a conocer los resultados de los relevamientos de suelos a escala de semidetalle y reconocimiento. Por lo tanto, exhibe las conclusiones de los estudios de campo, gabinete y laboratorio efectuados en un área dada, presentándolos en forma de mapas a escalas diversas y de textos explicativos o memoria para esos mapas.
Este informe contiene la Carta de Suelos correspondiente a las Hojas 3566-6 “Villa Sarmiento” y 3566-5 “Estancia Modestino Pizarro” (parcial) del Instituto Geográfico Nacional, separada en seis carta imágenes (cartas con fondo de imagen satelital) y el texto explicativo o memoria de la Carta. Los mapas tienen una escala 1:50.000 y representan las áreas correspondientes a las Hojas denominadas 3566-6-1 "Ea. Los Chañares"; 3566-6-2 "Villa Sarmiento"; 3566-6-3 "El Pampero", 3566-6-4 "Colonia La Cañada", 3566-5-2 “Modestino Pizarro” (parcial) y 3566-5-4 “Ea. Las Lomas” (parcial).
Toda la Hoja cubre una superficie aproximada de 208.000 hectáreas, comprendida entre los paralelos comprendida entre los paralelos 34°20’ y 34°00’ de latitud sur y los meridianos 64°30’ y 65°07’ de longitud oeste de Greenwich, dentro de los departamentos General Roca y Río Cuarto de la provincia de Córdoba. La situación relativa de esta Carta con respecto a la división política se puede observar en las Figuras N°1 y N°2.
Del área que abarca el estudio existen como antecedentes de cartografía de suelos: “RECURSOS NATURALES DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA - LOS SUELOS - Nivel de Reconocimiento 1:500.000 (2006)”; “Carta de Suelos de la República Argentina - Departamento General Roca Parcial a escala 1:100.000 (2003)”; ESTUDIO DE SUELOS, APTITUD Y PRÁCTICAS DE MANEJO DEL GRUPO CREA “Huinca Renancó – Del Campillo” (1977) y GRUPO CREA “Villa Valeria” (1979) y evaluación de tierras a nivel de reconocimiento 1:250.000 de la región Sur de la Provincia de Córdoba (2005)”. En la bibliografía se incluyen éstos y otros trabajos referidos al relevamiento y aspectos agronómicos del área.
Un relevamiento de suelos es el proceso con fundamentos técnicos y científicos que, mediante procedimientos de campo, gabinete y laboratorio, determina las características de los suelos de un área, los clasifica de acuerdo a un sistema definido, traza sus límites en mapas y efectúa predicciones sobre su comportamiento, considerando los diferentes usos posibles y los efectos que el manejo corriente tiene sobre ellos.
La metodología utilizada incluye la fotointerpretación y los procedimientos de reconocimiento y caracterización de suelos en el campo, tal como se describen en NORMAS DE RECONOCIMIENTO DE SUELOS (Etchevehere, 1976) basadas en el SOIL SURVEY MANUAL (USDA, 1961 y sus sucesivas actualizaciones de 1974 y 1999).
Los materiales básicos utilizados para la cartografía de los suelos fueron las fotografías aéreas a escala 1:60.000 del año 1973, imágenes satelitales LANDSAT 8 y SENTINEL 2, imágenes satelitales recientes tomadas de Google Earth y SAS Planet y las hojas topográficas del I.G.N. correspondientes.
Cada unidad de mapa (unidad cartográfica) se definió en términos del suelo (unidad taxonómica) o los suelos que las componen, con especificación de las proporciones en que se relacionan cuando se trata de mezclas geográficas. En estos mapas las unidades taxonómicas son las Series de Suelo o sus fases. A su vez, cada Serie se definió por un perfil representativo, cuya descripción completa, junto a los datos analíticos correspondientes se incluyen en la memoria. Debe entenderse que estos perfiles se consideran referentes de los suelos que intentan representar y que en este sentido deben ser interpretados, sobre todo al tener en cuenta parámetros de expresión cuantitativa.
La clasificación taxonómica de los suelos se basó en el sistema americano SOIL TAXONOMY (USDA, 2014). Las tierras que se han delineado en los mapas fueron clasificadas por su capacidad de uso en algunas de las ocho clases definidas por el sistema del USDA (Klingebiel y Montgomery, 1961), ampliados para la subclase “es” de las clases III y IV en función de la susceptibilidad y del grado o intensidad de los procesos erosivos ocasionados por el viento ya existentes (IIIes-1 y IIIes-2; IVes-1 y IVes-2). Además, se calcularon los Índices de Productividad para cada unidad de mapa según el sistema paramétrico multiplicativo desarrollado por Riquier, Bramao y Cornet (1970) adaptado a las condiciones de la región pampeana, cuyo desarrollo metodológico se explica en el capítulo 4 de esta memoria.
La base cartográfica para la publicación es una imagen satelital Sentinel2 de ESA, bandas 2, 3, 4, 8 y de 10 metros de resolución de noviembre de 2018, a la cual se le aplicaron Componentes Principales. Los mapas finales fueron compilados a escala 1:50.000 y se presentan sobre un fondo de imagen satelital a dicha escala, lo que facilita su lectura y la ubicación de elementos de referencia para los límites de suelos. Las imágenes satelitales fueron procesadas (georreferenciación, contraste, recortes, etc.), de modo de resaltar los aspectos inherentes al factor suelo y aquellos que sirvan para la ubicación e identificación de los campos.
En la utilización e interpretación de los mapas debe tenerse presente que el error atribuible al nivel de generalización del relevamiento puede llegar al orden del 15% tanto en términos de ubicación espacial, como en cuanto a composición de las unidades de mapa. Esta consideración es válida, sobre todo, en las áreas próximas a límites de suelos, debido a que algunos de éstos suelen presentar cambios graduales entre ellos. Las técnicas de laboratorio empleadas incluyen las necesarias para caracterizar cada una de las Series reconocidas y para poder clasificarlas tanto en el sistema taxonómico como en el de Capacidad de Uso utilizados.
El área estudiada está comprendida dentro del gran Ambiente Geomorfológico denominado Pampa Medanosa.
Los suelos se han desarrollado a partir de sedimentos eólicos cuyos tenores de arena van aumentando gradualmente hacia el oeste, por lo cual la textura de los materiales parentales varía desde franco arenosa a arenosa. Además, en el mismo sentido disminuyen las precipitaciones. El relieve comprende planos suavemente ondulados y otros con mayor pendiente (de hasta el 3%), además de depresiones, aureolas internas y/o externas y áreas intermedias. Estas modificaciones han dado lugar a una genética edafológica diferente con la consecuente influencia sobre el desarrollo de los suelos.
Dentro de la carta, se advierten dos procesos que inciden en la génesis del paisaje:
• El hidráulico, orientado en el sentido de la pendiente regional, es decir, de noroeste a sudeste, conformando lagunas, bañados y otras depresiones menores a veces interconectadas. La capa freática se encuentra generalmente próxima a la superficie, donde los desniveles, de pocos metros de profundidad, han dado lugar a procesos pedogenéticos específicos: alcalinización, salinización, deficiencias en el drenaje, lavado superficial intenso, etc.
• El eólico, expresado a través de los vientos de la región, los cuales tanto en el pasado reciente como en la actualidad, han afectado con diversas intensidades los sectores más altos dentro de las lomas. Estos procesos erosivos se manifiestan como una eliminación de los horizontes superficiales e inclusive pueden afectar todo el perfil genético del suelo y dejar en superficie el material parental. Los limos, las arcillas y la materia orgánica son llevados en suspensión por el viento. Las fracciones de arenas han sido movilizadas hacia los sectores más bajos que pueden cubrir- parcialmente suelos- de mayor aptitud agrícola.
Los caminos orientados de sur a norte, han sido excavados y se encuentran generalmente ubicados en un nivel más deprimido con respecto al terreno natural.
El proceso más intenso, producto de la actividad eólica del pasado reciente, ha dado lugar a la formación de verdaderos médanos, con clara orientación noreste a sudoeste, que en la actualidad se encuentran mayoritariamente estabilizados. Es común observar asociados a los mismos pequeñas cubetas de deflación que pueden derivar en lagunas semipermanentes. Este fenómeno se da con mayor frecuencia en los sectores más occidentales del área merced a menores precipitaciones y un mayor contenido de arena en los suelos.
Merece un párrafo especial la presencia de sedimentos de origen fluvial ubicados entre ambientes eólicos de textura franco arenosa y arenoso franca. Estos ambientes ocupan un sector en el centro de la carta de Villa Sarmiento. Su presencia está vinculado a derrames del Río Popopis (Quinto) y sus áreas de influencia. Normalmente el curso de agua mencionado permanente a dado origen a terrazas de texturas contrastantes, depósitos arenosos vinculados a cauces y paleocauces, depósitos franco arenosos vinculados a paleoalbardones y más finos en depósitos de llanuras de inundación. A demás se observan ambientes mixtos (fluvio-eólicos) de derrames de desbordes donde los materiales más finos que se transportan en las partes altas de las crecientes se dispersan por la llanura cubriendo sedimentos eólicos más gruesos.
A partir de estos derrames se han originado o desarrollado los suelos aflorantes en el presente.
Considerando los procesos actuantes se han generado los siguientes ambientes (Figura N°3).
1. Lomas eólicas suavemente onduladas: comprende lomas extendidas con suelos desarrollados sobre sedimentos eólicos de textura predominantemente franco arenosa, que se extiende en el sector oriental de la carta. En pequeñas porciones subordinadas o positivas del relieve, el sedimento aflorante es de textura arenoso franca con alta susceptibilidad a la erosión eólica. Por otra parte, en algunos sectores de escasa representatividad, el paisaje se torna plano-cóncavo donde la capa freática moderadamente salina y próxima a la superficie afecta el desarrollo de los suelos.
2. Lomas eólicas moderadamente onduladas: ambiente donde el relieve es más ondulado en relación al descripto anteriormente. El material parental de los suelos varía aproximadamente en proporciones semejantes entre texturas franco arenosas en relieves suavemente ondulados o planos, y arenoso francos en pequeñas convexidades con procesos erosivos eólicos selectivos, especialmente en los pequeños flancos orientados al norte. Es una transición entre la unidad anterior y la del oeste ya en los límites de la provincia de San Luis.
3. Lomas arenosas onduladas: en los límites con la provincia de San Luis tanto el relieve como el material originario de los suelos tienen una notable diferenciación en relación a los ambientes anteriormente descriptos. El relieve es ondulado, los procesos erosivos eólicos son de diferente intensidad, desde simples voladuras hasta la formación de verdaderos médanos parcialmente estabilizados, algunos de origen antrópico los más recientes. Son comunes suelos que tienen hasta el 90% de arena desde la superficie y se encuentran par cubiertos con la vegetación natural de la región: Caldén y Chañar. En sectores que han sido desmontados en su totalidad la erosión eólica actúa aceleradamente.
4. Planicie fluvio-eólica: este ambiente ubicado a los alrededores de la localidad de Villa Sarmiento, de forma alargada en sentido oeste-este y aproximadamente paralelo al Río Popopis. Es un área plana a ligeramente deprimida. Los sedimentos aportados por el río son de textura franca en superficie y en profundidad pueden observarse capas de granulometría variable que corresponden a distintos períodos de creciente. En parte estos depósitos están cubiertos por sedimentos eólicos recientes de textura franco arenosa.
5. Río Popopis, terrazas y paleocauces
La localidad de Villa Sarmiento está situada en los 34°07”20’de latitud sur; 64°43'30" de longitud oeste y a una altura de 202 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Su régimen térmico se define como templado pampeano y por su régimen hídrico se ubica en la región subhúmeda pero muy próxima a la región semiárida.
Dada la inexistencia de datos completos y recientes de dicha localidad, se transcriben a continuación datos climáticos de las localidades de Huinca Renancó (situada en la latitud de 34°50’22’’ sur, longitud 64°22’19’’ oeste y a una altura de 183 metros sobre el nivel del mar), Del Campillo (situada en latitud 34°22'47.35" sur, longitud 64°29'1.77" oeste y a una altura de 225 metros sobre el nivel del mar) y Buena Esperanza (situada en latitud 34°45' sur, longitud 64°15' oeste y a una altura de 307 metros sobre el nivel del mar).
La localidad de Villa Sarmiento está situada en los 34°07”20’de latitud sur; 64°43'30" de longitud oeste y a una altura de 202 metros sobre el nivel del mar (msnm). Su régimen térmico se define como templado pampeano y por su régimen hídrico se ubica en la región subhúmeda pero muy próxima a la región semiárida. Dada la inexistencia de datos completos y recientes de dicha localidad, se transcriben a continuación datos climáticos de las localidades de Huinca Renancó (situada en la latitud de 34°50’22’’ sur, longitud 64°22’19’’ oeste y a una altura de 183 metros sobre el nivel del mar), Del Campillo (situada en latitud 34°22'47.35" sur, longitud 64°29'1.77" oeste y a una altura de 225 metros sobre el nivel del mar) y Buena Esperanza (situada en latitud 34°45' sur, longitud 64°15' oeste y a una altura de 307 metros sobre el nivel del mar).
El régimen térmico mensual definido como templado pampeano, presenta un verano bastante cálido y un invierno no muy frío.
La temperatura media anual es de 16.7°C; la temperatura media del mes más caluroso (Enero) es de 25.0°C y la correspondiente al mes más frío (Julio) es de 8.6°C. En consecuencia, la amplitud térmica anual es de 16.2°C, característica de la porción continental de la pradera pampeana.
Mes |
Medias |
Máximas medias |
Mínimas medias |
Máximas absolutas |
Mínimas absolutas |
Enero |
25 |
33.8 |
44 |
16.4 |
1.8 |
Febrero |
23.6 |
32.6 |
44.1 |
15.2 |
4.1 |
Marzo |
20.2 |
28.7 |
40.2 |
12.8 |
0.4 |
Abril |
16.6 |
24.8 |
36.3 |
9 |
-6 |
Mayo |
12.3 |
19.8 |
34.2 |
6 |
-4.8 |
Junio |
9 |
16.7 |
28.8 |
2.6 |
-8.7 |
Julio |
8.6 |
16.7 |
29.7 |
1.8 |
-11.5 |
Agosto |
10.3 |
18.5 |
35.4 |
2.8 |
-9.6 |
Septiembre |
13.4 |
21.3 |
37.8 |
5.6 |
-5.8 |
Octubre |
16.9 |
24.6 |
39.5 |
8.9 |
-3 |
Noviembre |
20.6 |
29 |
41.5 |
12.2 |
0.6 |
Diciembre |
23.6 |
32.2 |
44.2 |
15 |
2.8 |
Año |
16.7 |
24.9 |
44.2 |
9 |
-11.5 |
El período caluroso se extiende desde noviembre a marzo, siendo frecuentes temperaturas cercanas o superiores a 40°C en el lapso de mediados de diciembre a mediados de febrero. El invierno es particularmente frío en el trimestre junio a agosto, con temperaturas mínimas cercanas a -10°C. La temperatura máxima absoluta se registró en diciembre de 1929 con 44,2°C y la mínima absoluta en julio de 1944 con -11,5°C, resultando una amplitud térmica extrema de 55,7°C.
Exceptuando el trimestre junio-agosto, en el resto del año, la temperatura media mensual adopta una distribución normal.
El análisis del régimen térmico estacional revela que primavera y verano se unen para formar una sola estación cálida; de igual modo otoño e invierno reunidos conforman el semestre frío, configurando una distribución bisemestral, similar a la que acontece con el régimen pluviométrico estacional.
Estación |
Verano |
Otoño |
Invierno |
Primavera |
Temperatura media (°C) |
22.9 |
12.6 |
10.8 |
20.4 |
Temperatura máxima media (°C) |
31.7 |
20.4 |
18.8 |
28.6 |
Temperatura mínima media (°C) |
14.5 |
5.9 |
3.4 |
12 |
El régimen de temperatura indica que el clima de la zona se halla dentro de los templados con características de continentalidad marcada. Posee una de las amplitudes térmicas más altas del país tanto en valores medios (mayor a 16°C) como entre extremos, ya que la diferencia entre máxima y mínima absoluta es del orden de 60°C. La temperatura media del área es de unos 16°C.
Meses |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
Año |
|||||||
Temperatura Media (°C) |
25,0 |
23,0 |
20,5 |
15,8 |
11,5 |
8,5 |
8,5 |
10,0 |
12,8 |
17,0 |
20,0 |
23,5 |
16,3 |
|||||||
Humedad Relativa (%) |
55 |
60 |
65 |
70 |
72 |
70 |
68 |
58 |
57 |
58 |
55 |
54 |
62 |
|||||||
Estación |
Verano |
Otoño |
Invierno |
Primavera |
||||||||||||||||
Temperatura Media (°C) |
25,0 |
23,0 |
20,5 |
15,8 |
||||||||||||||||
Humedad Relativa (%) |
56 |
69 |
65 |
57 |
||||||||||||||||
Temperaturas Extremas |
Amplitud Media Anual |
Máxima Media Anual |
Máxima Absoluta |
Mínima Media Anual |
Mínima Absoluta |
|||||||||||||||
16 ° C |
40 °C |
45 °C |
-8 °C |
-13 °C |
||||||||||||||||
Si se considera como helada a toda ocurrencia de temperaturas de 0°C o inferiores, registradas en abrigo meteorológico a 1,50 m de altura sobre el suelo, se cumple para Huinca Renancó que la fecha promedio de última helada es el 14 de septiembre, con una desviación típica de más o menos 18 días. La fecha extrema de última helada es el 16 de noviembre.
Por otra parte, la fecha promedio de la primera helada es el 5 de mayo, con una desviación típica de más o menos 24 días; la fecha extrema de primera helada es el 30 de marzo. Aunque el período libre de heladas es bastante largo (233 días), en la práctica y para fines agronómicos queda acortado a 191 días libres de heladas, lo que se debe a la gran dispersión que se observa en las fechas de ocurrencia de las primeras y últimas heladas.
Las heladas ocurren invariablemente en el 100% de los años, con una mayor frecuencia en los meses de junio, julio y agosto en que sucede una helada cada 3 días término medio.
MESES |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
Números de días/mes |
0 |
0 |
0 |
0.56 |
3.89 |
9.39 |
12.06 |
9.22 |
3.83 |
0.44 |
0 |
0 |
Se extrae como conclusión que hay en la zona una relativa alta peligrosidad en la ocurrencia de heladas otoñales y primaverales.
HELADAS |
Primeras heladas |
Ultimas heladas |
Período medio libre de heladas |
||
fecha media |
Variabilidad |
fecha media |
Variabilidad |
||
5 – V |
± 24 |
14 – IX |
± 18 |
233 |
Las heladas son de regular intensidad comenzando en término medio a principios de mayo y extendiéndose hasta fines de septiembre con una variabilidad para ambas fechas en más o menos de 20 días. En el cuadro N°6 aparece la información correspondiente al régimen de heladas.
HELADAS |
Primeras heladas |
Ultimas heladas |
Período medio libre de heladas |
||
fecha media |
Variabilidad |
fecha media |
Variabilidad |
||
1 – V |
± 20 |
25 – IX |
± 20 |
220 |
La distribución de frecuencias por direcciones del viento a 10 metros de altura sobre el terreno de la estación meteorológica, tanto mensual, estacional y anual, destacan la sensible predominancia de los vientos provenientes del sector noreste. En orden decreciente, en magnitudes de frecuencia, se escalonan los vientos de los sectores sur, este y norte. Los vientos del sector oeste son muy infrecuentes y los días de calma alcanzan a 69 para todo el año.
La velocidad media de los vientos en Huinca Renancó permite clasificarlos como vientos moderados; estos alcanzan su mayor velocidad media al comienzo de la primavera para ir disminuyendo hasta alcanzar un valor mínimo en junio. Los vientos fuertes (más de 40 km/h) alcanzan su mayor frecuencia en septiembre y octubre estando asociados comúnmente a las direcciones noreste y sur.
Se cuenta con una serie de datos de 79 años (1918-1996), donde la media anual de precipitaciones es de 688 mm, siendo el mes de enero el más lluvioso con 102 mm de promedio y julio con 16 mm es el más seco. Hay una marcada preponderancia de las lluvias caídas en primavera y verano con respecto a otoño e invierno; en efecto el 76% de las lluvias anuales ocurren en el semestre estival, por lo tanto se puede concluir que sé está frente a un régimen de precipitaciones irregular tipo monzónico.
Mes |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
Anual |
mm |
102 |
74 |
89 |
55 |
24 |
17 |
16 |
18 |
34 |
75 |
88 |
96 |
688 |
Estación |
Verano |
Otoño |
Invierno |
Otoño |
Anual |
||||||||
mm |
265 |
96 |
68 |
259 |
688 |
||||||||
% |
38,6% |
13,9% |
9,9% |
37,6% |
100% |
||||||||
Semestre |
Estival |
Invernal |
Anual |
||||||||||
mm |
524 |
164 |
688 |
||||||||||
% |
76,2% |
23,8% |
100% |
En el cuadro N°6 se especifican valores medios, máximos, mínimos, desviación estándar y coeficiente de variación mensual y anual para lluvias de dicha localidad en el periodo 1918- 1996.
El promedio mensual de precipitaciones en las localidades semiáridas, como la que nos ocupa, debe considerarse como un simple valor orientativo.
La causa reside en la gran variabilidad de los registros mensuales dentro de la serie. En el cuadro N°6 se indican las sumas máxima y mínima mensuales de precipitación con respecto a su valor medio, lo que nos proporciona una primera idea sobre la variabilidad y erraticidad de las lluvias. En el mismo cuadro, se advierte que el coeficiente de variación del promedio mensual alcanza o supera el 100% en los meses del semestre invernal. Durante el semestre cálido las lluvias son relativamente más seguras, lo que se traduce en menores coeficientes de variación.
Meses |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
Año |
Media (mm) |
102 |
74 |
89 |
55 |
24 |
17 |
16 |
18 |
34 |
75 |
88 |
96 |
688 |
Máxima (mm) |
275 |
206 |
285 |
190 |
160 |
70 |
197 |
124 |
153 |
213 |
351 |
282 |
1234 |
Mínima (mm) |
9 |
12 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
2 |
0 |
0 |
320 |
Desviación estándar (mm) |
54 |
42 |
57 |
43 |
27 |
20 |
28 |
23 |
33 |
44 |
61 |
54 |
161 |
Coeficiente de Variación (mm) |
53 |
57 |
64 |
78 |
112 |
118 |
175 |
128 |
97 |
59 |
69 |
56 |
23 |
De todos modos, los valores de este coeficiente, en todos los meses, son elevados y avalan la afirmación inicial de que el promedio mensual de lluvia debe ser considerado con suma precaución y conociendo su extrema limitación.
Las precipitaciones del área son escasas, oscilan alrededor de 500 mm anuales disminuyendo de este a oeste, se dispone de información proveniente de estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional (1973). En el cuadro N°9 aparecen los valores medios mensuales y anuales, así como los extremos registrados a lo largo de la serie considerada (1921-1950).
Las lluvias se concentran en verano, representando las mismas el 40% del total anual, siguiendo en importancia las de primavera y otoño y luego con una cantidad muy baja las de invierno que representan el 7% del total anual.
Precipitación |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
Año |
|||
Media |
64 |
57 |
59 |
42 |
22 |
10 |
12 |
12 |
25 |
54 |
63 |
69 |
489 |
|||
Máxima |
158 |
139 |
142 |
153 |
110 |
74 |
111 |
40 |
110 |
165 |
201 |
190 |
776 |
|||
Mínima |
1 |
13 |
5 |
3 |
6 |
0 |
0 |
0 |
0 |
7 |
1 |
1 |
182 |
|||
Estación |
Verano |
Otoño |
Invierno |
Primavera |
||||||||||||
Media |
190 |
123 |
34 |
142 |
||||||||||||
Para saber si el agua que aportan las lluvias satisface las demandas ambientales y poder determinar los cultivos a realizar, es imprescindible conocer los consumos de agua y pérdidas a través del suelo y de los cultivos, cuyo proceso se denominada evapotranspiración. La Evapotranspiración Potencial (ETP) es el valor máximo en función de las características atmosféricas del lugar. A través del balance hidrológico se pueden vincular estos elementos y así tener una idea de las posibles épocas de deficiencias o excesos de agua. Un método que se emplea comúnmente para resolver esto es el de Thornthwaite y Mather (1967). Estos autores proponen tablas de retención de humedad del suelo según distintas capacidades, en este caso se usó la de 300 mm de almacenaje, tal como se hizo en otras Hojas a fin de que sean comparables por lo menos a escala geográfica y climática, aunque a escala local o puntual los valores difieren un tanto de la realidad.
Con estas consideraciones se pueden comentar los datos consignados en el Cuadro N°10 y en el Gráfico N°3, los cuales corresponden a los resultados obtenidos al calcular el balance hidrológico del área utilizando los datos de precipitaciones detallados a nivel mensual de la localidad de Huinca Renancó y de temperatura media mensual del Cuadro N°1. Del análisis del mismo surge la existencia de un desequilibrio hídrico negativo entre la demanda de agua (ETP) y los aportes del suelo y la precipitación (150 mm de déficit anual). Solamente el mes de Octubre no presenta déficit, los meses de mayor deficiencia son Enero (44 mm), Febrero (39 mm) y Diciembre (40 mm).
Meses |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
Año |
Temperatura Media (°C) |
25.0 |
23.6 |
20.2 |
16.6 |
12.3 |
9.0 |
8.6 |
10.3 |
13.4 |
16.9 |
20.6 |
23.6 |
16.7 |
ETP (mm) |
149 |
114 |
89 |
56 |
31 |
17 |
17 |
25 |
41 |
70 |
101 |
137 |
847 |
Precipitación (mm) |
102 |
74 |
89 |
55 |
24 |
17 |
16 |
18 |
34 |
75 |
88 |
96 |
688 |
Almacenaje (mm) |
3 |
2 |
2 |
2 |
2 |
2 |
2 |
2 |
2 |
7 |
7 |
5 |
|
ETR (mm) |
103 |
75 |
89 |
55 |
24 |
17 |
16 |
18 |
34 |
70 |
89 |
98 |
685 |
Déficit (mm) |
46 |
40 |
1 |
1 |
7 |
0 |
1 |
6 |
7 |
0 |
13 |
40 |
162 |
Exceso(mm) |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
|
Los mayores déficits se producen en los meses de verano, siendo menores en los meses invernales, pues, aunque la precipitación es menor que la evapotranspiración, ésta disminuye como consecuencia de las bajas temperaturas. El déficit hídrico está presente casi todo el año. El agua total almacenada se mantiene en valores muy bajos y alejados de la capacidad máxima planteada.
La realización exitosa de cultivos de cosecha obliga a la adopción de ciertas prácticas de manejo, que minimicen el efecto de la desfavorable situación hídrica descripta. Entre ellas se pueden citar: la realización de barbechos con suficiente antelación, el control de malezas, ajuste de la época de siembra, cultivos de cobertura, etc. La práctica del barbecho permite reducir la evapotranspiración al mínimo, lo cual contribuye a la implantación de cultivos con buena reserva hídrica.
MESES |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
AÑO |
Temperatura Media (°C) |
22.7 |
23.2 |
19.3 |
15.5 |
12.2 |
8.5 |
7.0 |
10.0 |
13.7 |
15.6 |
22.3 |
21.6 |
16.0 |
ETP (mm) |
143 |
121 |
86 |
49 |
29 |
14 |
11 |
24 |
45 |
67 |
131 |
135 |
855 |
Precipitación (mm) |
103 |
79 |
88 |
59 |
24 |
13 |
13 |
16 |
33 |
69 |
89 |
99 |
685 |
Almacenaje (mm) |
8 |
6 |
8 |
20 |
19 |
19 |
21 |
20 |
18 |
20 |
15 |
11 |
|
ETR (mm) |
106 |
82 |
86 |
49 |
24 |
13 |
11 |
17 |
34 |
67 |
94 |
102 |
685 |
Déficit (mm) |
37 |
39 |
0 |
0 |
5 |
1 |
0 |
7 |
11 |
0 |
37 |
33 |
170 |
Exceso(mm) |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
|
Del análisis de los Cuadros N°10, 11 y 12 surge la existencia de un desequilibrio hídrico negativo entre la demanda de agua (ETP) y los aportes del suelo y las precipitaciones. Para Buena Esperanza la diferencia es mayor.
De todas maneras, en estas localidades, los meses de mayor déficit son los meses de verano. No hay excesos de agua en el suelo durante todo el año. Los índices hídricos de Del Campillo y de Huinca Renancó corresponden a un clima seco-subhúmedo, mientras que el de Buena Esperanza corresponde a un régimen hídrico semiárido.
MESES |
E |
F |
M |
A |
M |
J |
J |
A |
S |
O |
N |
D |
AÑO |
Temperatura Media (°C) |
25.0 |
23.0 |
20.5 |
15.8 |
11.6 |
8.5 |
8.5 |
10.0 |
12.8 |
17.0 |
20.0 |
23.5 |
16.3 |
ETP (mm) |
151 |
112 |
92 |
54 |
29 |
17 |
18 |
25 |
39 |
71 |
98 |
139 |
845 |
Precipitación (mm) |
64 |
57 |
59 |
42 |
22 |
10 |
12 |
12 |
25 |
54 |
63 |
69 |
489 |
Almacenaje (mm) |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
|
ETR (mm) |
64 |
57 |
59 |
42 |
22 |
10 |
12 |
12 |
25 |
54 |
63 |
69 |
489 |
Déficit (mm) |
87 |
55 |
33 |
12 |
7 |
7 |
6 |
13 |
14 |
17 |
35 |
70 |
356 |
Exceso(mm) |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
|
En este capítulo se dan a conocer las características de los suelos que se han reconocido en las Hojas Villa Sarmiento – Estancia Modestino Pizarro y se describen todas las Unidades Cartográficas señaladas en las cartas. Dichas imágenes llevan sobreimpresos límites y símbolos que corresponden a las llamadas Unidades Cartográficas o de mapeo de suelos. Cada Unidad Cartográfica representa un suelo o una agrupación de suelos vinculados geográficamente. Algunas veces la Unidad corresponde a un paisaje homogéneo y los suelos suelen tener entonces características muy similares entre sí.
Un grupo homogéneo de suelos desarrollados sobre un mismo material originario y donde la mayor parte de sus características son similares entre sí, constituye una Serie de suelos. Dentro de cada Serie se admite una gama de variaciones en sus características, pero en general los suelos de una misma serie son muy semejantes entre sí. Cada Serie de suelos se identifica con un nombre tomado de alguna localidad, paraje o estancia de los alrededores del lugar donde dicho suelo se halla mejor representado o fue primeramente estudiado. La Serie es la más pequeña de las unidades taxonómicas del sistema de clasificación empleado Clasificación de los Suelos)
Si bien los suelos de una misma Serie son prácticamente similares en todas sus propiedades y caracteres, dentro de un área cartografiada como perteneciente a una misma Serie, se pueden observar sectores cuyos suelos poseen alguna propiedad externa o interna que difiera de lo que se tiene por "normal" para la Serie. Por ejemplo, una misma Serie puede ofrecer diferencias cuando sus perfiles están ubicados en distintas pendientes, o tienen un grado de drenaje distinto al normal y/o un grado distinto de erosión. Cuando se estima que esas diferencias pueden afectar el uso potencial y requerir distinto manejo, a esos sectores se los distingue y separa en el mapa como “fases” de la Serie respectiva.
En algunos sectores de las cartas imágenes que se presentan en este informe, las Unidades Cartográficas corresponden a Series puras. Los caracteres de los suelos comprendidos en ellas son suficientemente similares como para que se comporten de igual manera ante un mismo uso. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que aún en las unidades consideradas como Series puras puede existir algún suelo menor o poco representativo, que cubra una superficie difícil de representar a la escala de esta publicación. Por ello, se advierte al lector sobre la posibilidad de que una Serie cartografiada como unidad pura, puede presentar hasta un 10 o 15% de inclusiones de suelos menores. Estas unidades compuestas por un suelo netamente dominante, en las que sólo se permiten pequeños porcentajes de otros suelos en forma de inclusiones, se conocen como Consociaciones. El área mínima señalada como unidad cartográfica en los mapas a escala 1:50.000 es aproximadamente de 25 ha.
Cuando un paisaje no es homogéneo en cuanto a los suelos, como ocurre con la mayor parte del área, o cuando por razones de escala no ha sido posible separar Series puras, en el mapa se han señalado estas Asociaciones o Complejos de suelos en estas "Unidades Cartográficas compuestas" que agrupan dos o más series. Las Asociaciones de suelos reciben los nombres de las Series o fases que las integran y en la mayoría de los casos también se indica el porcentaje correspondiente a la superficie ocupada por cada suelo dentro de la unidad. Las Asociaciones podrían en muchos casos ser objeto de estudios más detallados, es decir, a escalas mayores (1:20.000 o 10.000), para delimitar por separado los suelos que incluyen.
Muchos de los Complejos que corresponden a campos bajos, bañados, depresiones y lomas (esencialmente con relieves diversos), en la mayoría de los casos es posible identificar las Series que los integran; en esos casos sus nombres se expresan de la misma manera que en las Asociaciones estimándose el porcentaje de participación de cada uno de los componentes taxonómicos. En caso de no poder determinar con precisión los porcentajes de participación de cada Serie dentro de una Unidad Cartográfica, se utiliza el término “Complejo Indiferenciado”, entendiéndose que la Serie que encabeza esta unidad es- aparentemente- la más representativa.
Cuando no se han identificado los suelos que forman el complejo, la Unidad Cartográfica se define como un complejo indeterminado y recibe un nombre general que consigna lo más significativo de los suelos.
En el punto 3.1. se encuentra un cuadro con la clasificación taxonómica de los suelos a nivel de serie reconocidos en las Hojas. En el punto 3.2. se señalan los rasgos distintivos y las características que identifican a cada una de las reconocidas: la secuencia de horizontes que las caracterizan, las propiedades internas y algunas características externas de los suelos, la posición que ocupan en el paisaje y, entre otras condiciones, su drenaje natural. Seguidamente, se presenta la descripción técnica de un perfil típico de la Serie con los datos analíticos respectivos, destinado especialmente a los técnicos que se interesen por una información más exhaustiva.
En el punto 3.3. se describen las Unidades Cartográficas simples o compuestas. De cada Asociación o Complejo se establecen las características del paisaje, los suelos que lo integran, los porcentajes de participación de cada suelo -cuando ha sido posible estimarlos- y breves consideraciones sobre la aptitud para el uso, tales como las referidas a los problemas derivados de características desfavorables del suelo, del grado de erosión y susceptibilidad, del drenaje, etc.
La estimación del porcentaje de superficie que cubre cada suelo dentro de una Asociación o un Complejo, es de suma utilidad para establecer la capacidad de uso válida para toda la unidad compuesta, de acuerdo con las capacidades de uso individuales de cada suelo integrante. Esto adquiere mayor importancia en los casos de unidades combinadas que están integradas por suelos de aptitudes agropecuarias muy dispares, como sucede cuando un Complejo está formado por suelos aptos para agricultura y suelos con limitantes (alcalinidad, erosión, mal drenaje, etc.), muchas veces no aptos para determinados cultivos.
Las referencias de orden utilitario e interpretativo de todas las unidades mapeadas (Series, Fases, Asociaciones o Complejos) se encuentran en el Capítulo N°4, donde se consigna la clasificación por aptitud de cada unidad (Soil Conservation Service) y la susceptibilidad o riesgo especial a la erosión eólica por presencia de suelos arenosos.
En cuanto a la distribución geográfica de las unidades reconocidas, éstas aparecen en las cartas imágenes identificadas por medio de sus respectivos símbolos. En la Guía de Unidades Cartográficas, se consignan dichos símbolos, los nombres de las unidades, la superficie en hectáreas que cubren en la hoja y Capacidad de Uso.
El sistema utilizado es el sistema americano conocido como Soil Taxonomy (USDA, 2014), que comprende seis categorías. Comenzando desde la más amplia, estas son: Órdenes, Subórdenes, Grandes Grupos, Subgrupos, Familias y Series. La clasificación se basa en propiedades que pueden ser observadas en el campo o inferidas a partir de estas observaciones, o bien en datos analíticos de laboratorio. En el cuadro N°13 se consigna la clasificación taxonómica de los suelos reconocidos en esta publicación clasificados de acuerdo con este sistema. Las categorías del mismo son:
Orden: actualmente se reconocen doce Órdenes; las diferencias entre los mismos reflejan los procesos dominantes de formación y la intensidad con que los mismos actuaron. Cada Orden se identifica con un sufijo. Por ejemplo, si termina en “ol” es Molisol.
Suborden: cada uno de los Órdenes se divide en Subórdenes en base a propiedades que influyen en la génesis y el crecimiento de las plantas o propiedades que reflejan las variables más importantes dentro de los Órdenes. La última sílaba en el nombre de un Suborden indica el Orden y la primera señala la propiedad diferenciadora del Suborden. Por ejemplo “Ustol”; en el que “Ust” significa sub-húmedo o semiárido y “ol” proviene de Molisol.
Gran Grupo: cada Suborden se divide en Grandes Grupos sobre la base de similitudes en el tipo, disposición y grado de desarrollo de los horizontes genéticos, de los regímenes de temperatura y humedad y del nivel de saturación con bases. Cada Gran Grupo se identifica con el nombre de un Suborden al que se le agrega un prefijo que indica la propiedad diferenciadora del suelo. Por ejemplo: “Argiustol”; en el cual “Argi” significa desarrollo diferencial de horizontes argílicos y “Ustol” es el nombre del Suborden de los Molisoles de climas subhúmedos o semiáridos.
Subgrupo: cada Gran Grupo tiene un Subgrupo típico más otros que representan intergrados o extragrados. El Subgrupo típico corresponde al concepto central del Gran Grupo y no es necesariamente el más difundido. Los intergrados señalan transiciones hacia otros Órdenes, Subórdenes o Grandes Grupos; los extragrados presentan alguna propiedad que no corresponde al Gran Grupo pero tampoco indican transiciones hacia ningún otro tipo conocido de suelos. Cada Subgrupo se identifica por uno o más adjetivos que califican el nombre del Gran Grupo. El adjetivo “típico” identifica al Subgrupo que tipifica al Gran Grupo, por ejemplo: “Argiustol típico”. El adjetivo “arídico” señala un intergrado al Orden de los Aridisoles, por ejemplo: “Haplustol arídico”.
Familia: se establecen dentro de los Subgrupos sobre la base de características o propiedades físico-químicas que afectan el manejo. En general son propiedades de horizontes que aparecen por debajo de la profundidad de arada, donde hay intensa actividad biológica. Entre las características y propiedades tenidas en cuenta están las clases por tamaño de partícula, la composición mineral, el régimen de temperatura, la profundidad de la zona de enraizamiento, la consistencia, la humedad equivalente, la pendiente y el agrietamiento. El nombre de una Familia se forma con el nombre del Subgrupo al cual pertenece seguido de los términos que indican las propiedades. Por ejemplo: Argiustol típico, franca fina (textura), mixta (mineralogía), térmica (régimen de temperatura).
Series: las Series, consisten en suelos que tienen perfiles similares en cuanto a la sucesión de horizontes, son semejantes en color, estructura, reacción, consistencia y composición mineral y química. La textura de la capa superficial o del sustrato puede diferir dentro de las series. Los nombres que se asignan a las series son nombres locales que identifican el lugar donde los suelos están más difundidos o fueron estudiados por primera vez.
Orden |
Suborden |
Gran Grupo |
Subgrupo |
Familia |
Serie |
Molisol |
Ustol |
Haplustol |
Éntico |
franca gruesa, mixta, térmica |
EL YARARÁ |
Típico |
franca gruesa, mixta, térmica |
EL SARMIENTO |
|||
franca gruesa, mixta, térmica |
EL PEQUÉN |
||||
Acuol |
Argiacuol |
Típico |
franca gruesa, mixta, térmica |
LA BOHEMIA |
|
|
Natralbol |
Típico |
franca gruesa, mixta, térmica |
LECUEDER |
|
franca gruesa, mixta, térmica |
LA BEATRIZ |
||||
Alfisol |
Acualf |
Albacualf |
Típico |
franca gruesa, mixta, térmica |
ALFALEGRE |
Entisol |
Psamment |
Ustipsamment |
Típico |
arenosa, mixta, térmica |
HUINCA RENANCÓ |
arenosa, mixta, térmica |
DEL CAMPILLO |
||||
arenosa, mixta, térmica |
BUENA ESPERANZA |
||||
arenosa, mixta, térmica |
VILLA VALERIA |
||||
Acuent |
Psammacuent |
Sódico |
arenosa, mixta, térmica |
LA MATILDE |
La figura ofrece una visión esquemática de la distribución de las principales series del área; se trata de un croquis generalizado, elaborado a partir del mapa básico, que permite una rápida visualización de los suelos dominantes.
REFERENCIAS
1) Serie El Yarará
con Huinca Renancó en fases erosionadas y La Beatriz subordinadas.
2) Serie Del
Campillo con Huinca Renancó en fases erosionadas y El Yarará subordinadas.
3) Serie El Yarará
con La Beatriz y Del Campillo subordinadas.
4) Serie Del
Campillo con Villa Valeria en fases erosionadas y El Yarará.
5) Serie Villa
Valeria con Buena Esperanza y La Matilde subordinadas y médanos.
6) Serie Buena
Esperanza en fases erosionadas y médanos estabilizados.
7) Serie La
Beatriz con El Yarará, La Bohemia, Alfalegre y otros suelos hidrohalomórficos.
8) Serie Villa
Valeria con Del Campillo, El Yarará y La Matilde subordinadas.
9) Serie El
Sarmiento con El Yarará y Villa Valeria subordinadas.
10) Serie El Yarará con El Sarmiento y Villa
Valeria subordinadas.
11) Serie El Yarará con Villa Valeria en fases
erosionadas y Del Campillo.
12) Río Popopis, Terrazas y Paleocauces.
A continuación, se describen en orden alfabético, las Series clasificadas en el Cuadro N°13 para informar al usuario acerca de las características distintivas, morfológicas y analíticas de cada una. En el punto 3.3. se caracterizan las Unidades Cartográficas de los mapas básicos de suelos, con los símbolos que las identifican en las respectivas cartas imágenes que acompañan a esta memoria. En dichos puntos se hace mención -a menudo- de las Series componentes descriptas en el punto 3.2. Las características diferenciales de estas Series deben ser reconocidas por corresponder a rasgos que tienen mucho que ver con el comportamiento del suelo frente al uso y las diferentes respuestas a los cultivos.
Albacualf típico, franca gruesa, mixta, térmica La serie Alfalegre es un suelo imperfecta a pobremente drenado; el perfil modal es moderadamente alcalino a partir de los 24 cm y se torna fuertemente alcalino desde los 51 cm. Está vinculada a bajos bien manifiestos, cubetas y aureolas internas de lagunas. La parte superficial del suelo se divide en dos horizontes: uno superior (horizonte A) que llega hasta 12 cm, de color pardo oscuro y estructura en bloques subangulares medios, moderados a débiles; y otro inferior (horizonte E) más claro y lixiviado de unos 12 cm de espesor. A 24 cm se pasa abruptamente a un material más arcilloso (Bt) de estructura semicolumnar y prismas irregulares medios, moderados, de color pardo amarillento oscuro y moderadamente alcalino. Luego sigue un horizonte transicional (BCnz) fuertemente alcalino sódico. Esta serie no ha sido identificada en unidades cartográficas simples, sino que aparece integrada a complejos con otros suelos alcalinos.
Descripción del perfil
típico:
El
perfil típico de la serie Alfalegre fue descripto a 31 km al norte de Huinca
Renancó, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A: 0-12 cm; color en húmedo pardo
moderados a débiles; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite
inferior claro, suave.
E: 12-24 cm; color en húmedo pardo
amarillento oscuro (10YR3,5/4); franco arenoso a franco; estructura en
bloques subangulares débiles a masivo; friable en húmedo; no plástico; no
adhesivo; moteados abundantes, finos, débiles; límite inferior abrupto,
suave.
Bt: 24-51 cm; color en húmedo pardo
amarillento oscuro (10YR3/4); franco arcillo arenoso; estructura semicolumnar
y prismas irregulares medios moderados; ligeramente firme en húmedo;
ligeramente plástico; ligeramente adhesivo; barnices (Clay Skins) escasos,
finos; moteados abundantes, gruesos sobresalientes; límite inferior gradual.
BCnz: 51 cm a más; color en húmedo
pardo amarillento oscuro (10YR4/4); franco arenoso; estructura en bloques
subangulares medios moderados; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo;
escasos barnices (Clay Skins) muy finos; moteados abundantes, gruesos,
sobresalientes.
Dentro de esta serie existen algunas variaciones en cuanto al espesor del horizonte A y tenores de sodio intercambiable. Algunos presentan sales solubles en profundidad.
Situación: Latitud: 34°32’37”S Longitud: 64°21’40”O Altitud: 191 m.s.n.m.
Horizonte |
A |
E |
Bt |
BCnz |
||
Profundidad de la muestra (cm) |
0-12 |
12-24 |
24-51 |
51 a + |
||
Materia Orgánica (%) |
1,79 |
0,93 |
0,59 |
0,33 |
||
Carbono Orgánico (%) |
1,04 |
0,54 |
0,34 |
0,19 |
||
Nitrógeno total (%) |
0,130 |
0,073 |
0,043 |
|
||
Relación C/N |
8,0 |
7,4 |
7,9 |
|
||
Arcilla, <2 μ (%) |
11,8 |
11,6 |
21,2 |
13,1 |
||
Limo, 2-50 μ (%) |
42,3 |
36,8 |
27,4 |
32,3 |
||
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
33,1 |
28,4 |
35,2 |
32,7 |
||
Arena fina, 100-250 μ (%) |
13,6 |
24,0 |
16,4 |
22,3 |
||
Arena media, 250-500 μ (%) |
0,2 |
0,2 |
0,3 |
0,3 |
||
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
0,2 |
0,2 |
0,3 |
0,5 |
||
Arena muy gruesa., 1-2 mm (%) |
|
|
|
|
||
Carbonatos, CaCO3 (%) |
0 |
0 |
0 |
0,54 |
||
Equivalente de humedad (%) |
17,6 |
16,9 |
21,8 |
17,8 |
||
pH en pasta |
7,1 |
7,3 |
7,3 |
8,5 |
||
pH en agua (1:2,5) |
7,2 |
7,4 |
7,6 |
8,6 |
||
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
5,2 |
5,6 |
5,5 |
|
|
Mg++ |
4,2 |
3,4 |
6,7 |
|
||
Na+ |
0,3 |
0,4 |
1,4 |
|
||
K+ |
2,4 |
1,3 |
2,1 |
|
||
H+ de cambio (meq/100 gr) |
0,4 |
0,2 |
|
|
||
Sodio de intercambio, % (PSI) |
2,4 |
3,7 |
8,9 |
|
||
Conductividad, mmhos/cm (extracto de saturación) |
|
|
|
11,05 |
||
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
12,1 |
10,7 |
15,7 |
|
||
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
12,5 |
10,9 |
15,7 |
11,3 |
||
Saturación con bases, % (S/T) |
97 |
98 |
100 |
|
||
Composición del extracto de saturación, meq/l: |
Cationes |
Ca++ |
|
|
|
6,72 |
Mg++ |
|
|
|
4,16 |
||
Na+ |
|
|
|
98,0 |
||
K+ |
|
|
|
1,20 |
||
Aniones |
CO3= |
|
|
|
|
|
HCO3- |
|
|
|
6,40 |
||
SO4= |
|
|
|
40,96 |
||
Cl- |
|
|
|
64,64 |
Ustipsamment típico, arenosa, mixta, térmica
Los suelos de esta serie se desarrollan en el sector semiárido, en áreas medanosas de formas rebajadas, estabilizadas naturalmente. Se distribuyen en el sudoeste de la provincia de Córdoba, sobre el límite con la provincia de San Luis. Son excesivamente drenados, de permeabilidad muy rápida y baja capacidad de retención de la humedad. Tienen alta susceptibilidad a la erosión eólica, encontrándose erosionados en parte y con la capa de agua freática profunda. Los suelos de la Serie Buena Esperanza son genéticamente muy poco desarrollados, de perfil sencillo del tipo A-AC-C. El horizonte superficial (A) de hasta 20 cm de espesor, está poco provisto de materia orgánica y débilmente estructurado. Continúa hacia abajo el horizonte de transición AC, muy poco expresado, solamente distinguible por cambios en la coloración y débil estructuración. Finalmente aparece el horizonte C, sin estructura y sin carbonato de calcio antes del metro de profundidad.
Todo el espesor del suelo es de textura arenosa fina, exceptuando los primeros 20 cm que es arenosa franca fina. Las fracciones mecánicas son: arcilla 4%, limo total 8% y el resto arenas, de las cuales la arena fina alcanza valores entre 60 y 70%. Se dedican preferentemente al pastoreo en campos naturales. El uso agrícola para cultivos anuales es marginal y la implantación de pasturas perennes tiene respuesta con buen resultado.
Descripción del perfil típico:
A continuación se presenta el perfil típico de la serie Buena Esperanza, descripta y muestreada a 10,5 km al noreste de la localidad de Buena Esperanza, en el departamento Gobernador Vicente Dupuy muy próximo al límite con el departamento General Pedernera, provincia de San Luis.
A 0-20 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro (10YR3/2); areno franco; estructura en bloques subangulares muy débiles que rompen a grano suelto; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; reacción débilmente ácida; pH 6,5; raíces comunes.
AC 20-45 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); arenoso; débilmente estructurado en bloques subangulares, rompe a grano suelto; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; reacción neutra; pH 7; raíces comunes; límite inferior difuso.
C 45 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso; sin estructura a grano suelto; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; reacción ligeramente alcalina; pH 7,5; raíces escasas.
Horizonte |
A |
AC |
C |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-20 |
20-45 |
45 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
0,90 |
0,61 |
0,41 |
|
Carbono Orgánico (%) |
0,50 |
0,34 |
0,23 |
|
Nitrógeno total (%) |
0,07 |
0,06 |
0,07 |
|
Relación C/N |
6,0 |
5,0 |
3,0 |
|
Arcilla, <2 μ (%) |
5,41 |
4,43 |
2,79 |
|
Limo, 2-50 μ (%) |
11,21 |
9,12 |
9,45 |
|
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
10,08 |
10,88 |
8,73 |
|
Arena fina, 100-250 μ (%) |
63,87 |
65,37 |
68,01 |
|
Arena media, 250-500 μ (%) |
7,91 |
8,72 |
9,26 |
|
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
1,52 |
1,48 |
1,76 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
|
|
|
|
Carbonatos, CaCO3 (%) |
0,14 |
0,14 |
0,14 |
|
pH en pasta |
6,0 |
6,50 |
7,0 |
|
pH en agua (1:2,5) |
6,50 |
7,0 |
7,50 |
|
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
3,79 |
4,09 |
4,40 |
Mg++ |
1,44 |
1,57 |
1,44 |
|
Na+ |
0,30 |
0,40 |
0,48 |
|
K+ |
1,16 |
2,26 |
2,06 |
|
H+ de cambio (meq/100 gr) |
1,0 |
0,6 |
|
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
5,4 |
4,5 |
5,5 |
|
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
5,23 |
8,32 |
8,38 |
|
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
5,60 |
8,80 |
8,80 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
93 |
95 |
95 |
Ustipsamment típico, arenosa, mixta, térmica
La serie Del Campillo es un suelo algo excesivamente drenado, desarrollado sobre materiales arenosos francos, vinculado a lomas con pendientes menores a 1%. El horizonte superior (A) tiene 20 cm de espesor, es de color pardo oscuro, textura franco arenosa a arenoso franca, y estructura masiva con tendencia a bloques. Hacia abajo se pasa gradualmente (AC) al material originario que se encuentra a una profundad de 46 cm, de textura arenoso franca. Los suelos de esta serie presentan baja retención de humedad y una estructura superficial débil, lo que determina una moderada a severa susceptibilidad a la erosión eólica, limitando considerablemente su aptitud.
Descripción del perfil típico:
El perfil típico de la serie Del Campillo fue estudiado a 3,7 km al noroeste de la localidad homónima, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-20 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro a pardo oscuro (10YR3/2,5); arenoso franco a franco arenoso; masivo con tendencia a bloques débiles; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior claro, suave.
AC 20-46 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); arenoso franco a franco arenoso; masivo; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior difuso.
C 46 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco; masivo a grano simple; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo.
Horizonte |
A |
AC |
C |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-20 |
20-46 |
46 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
0,97 |
0,54 |
|
|
Carbono Orgánico (%) |
0,56 |
0,31 |
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,079 |
0,049 |
|
|
Relación C/N |
7,1 |
6,3 |
|
|
Arcilla, 2 µ (%) |
8,4 |
6,5 |
6,5 |
|
Limo, 2-50 µ (%) |
16,2 |
15,4 |
15,2 |
|
Arena muy fina, 50-100 µ (%) |
42,6 |
46,4 |
45,2 |
|
Arena fina, 100-250 µ (%) |
25,7 |
26,0 |
26,9 |
|
Arena media, 250-500 µ (%) |
3,4 |
3,2 |
3,2 |
|
Arena gruesa, 500-1000 µ (%) |
4,8 |
3,8 |
4,0 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
|
Calcáreo, CaCO3 (%) |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
|
Equivalente de humedad (%) |
14,4 |
8,1 |
7,3 |
|
pH en pasta |
5,9 |
6,7 |
7,4 |
|
pH en agua 1:2,5 |
6,0 |
6,6 |
7,4 |
|
Cationes de intercambio (me/100 gr): |
Ca++ |
3,8 |
4,6 |
5,4 |
Mg++ |
0,6 |
0,7 |
0,7 |
|
Na+ |
0,1 |
0,04 |
0,1 |
|
K+ |
1,7 |
1,5 |
0,4 |
|
H+ |
1,0 |
0,5 |
0,1 |
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
1,4 |
0,6 |
1,5 |
|
Suma de bases, me/100 gr (S) |
6,2 |
6,8 |
6,6 |
|
Capacidad de intercambio catiónico me/100 gr (T) |
7,2 |
7,3 |
6,7 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
86 |
93 |
98 |
Haplustol típico, franca gruesa, mixta, térmica
La serie El Pequén es un suelo bien a algo excesivamente drenado, desarrollado sobre materiales franco arenosos, vinculado a suaves concavidades y normalmente asociado geográficamente con otros suelos de menor desarrollo genético ubicados en sectores convexos del paisaje. El horizonte superficial (A) es de 22 cm de espesor, de color pardo grisáceo muy oscuro, de textura franco arenosa y estructura en bloques moderados a débiles. Hacia abajo, pasa claramente a un horizonte Bw (no textural), de color pardo oscuro y estructura en bloques débiles tendencia a prismas, que se extiende hasta 44 cm de profundidad a partir de los cuales el suelo presenta moderada alcalinidad sódica. El material originario se encuentra a una profundidad de 65 cm, es textura franco arenosa. Individualmente, esta serie es apta para agricultura, aunque se encuentra asociada a otros suelos de menor aptitud que condicionan su uso agrícola.
Descripción del perfil típico:
El perfil típico de la serie El Pequén fue descripto a 3 km al ESE de Villa Valeria, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-22 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro (10YR3/2); franco arenoso; estructura en bloques subangulares medios débiles a moderados; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior claro, suave; raíces comunes.
Bw 22-44 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); franco arenoso; estructura en bloques medios débiles tendencia a prismas; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; barnices escasos y finos; límite inferior gradual, suave; raíces escasas.
BCn 44-65 cm; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); franco arenoso; masivo; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior gradual; vestigios de barnices; vestigios de raíces.
Cn 65 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); franco arenoso; masivo; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo.
Horizonte |
A |
Bw |
BCn |
Cn |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-22 |
22-44 |
44-65 |
65 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
1,10 |
1,00 |
|
|
|
Carbono Orgánico (%) |
0,60 |
0,60 |
|
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,070 |
0,060 |
|
|
|
Relación C/N |
8,5 |
9,0 |
|
|
|
Arcilla, <2 μ (%) |
13,9 |
16,5 |
15,3 |
13,1 |
|
Limo, 2-50 μ (%) |
23,9 |
25,8 |
23,2 |
24,2 |
|
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
28,1 |
27,3 |
27,9 |
28,3 |
|
Arena fina, 100-250 μ (%) |
28,9 |
25,5 |
26,8 |
27,5 |
|
Arena media, 250-500 μ (%) |
4,8 |
4,3 |
5,3 |
5,9 |
|
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
1,6 |
1,5 |
2,4 |
2,3 |
|
Arena muy gruesa., 1-2 mm (%) |
|
|
|
|
|
Carbonatos, CaCO3 (%) |
|
|
|
|
|
Equivalente de humedad (%) |
11,2 |
10,7 |
12,6 |
12,9 |
|
pH en agua (1:2,5) |
6,3 |
8,5 |
9,2 |
9,5 |
|
Conductividad eléctrica (ext. 1:2,5) (mmhos/cm) |
0,10 |
0,09 |
0,27 |
0,42 |
|
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
4,2 |
5,8 |
5,7 |
5,2 |
Mg++ |
1,3 |
1,3 |
1,7 |
1,4 |
|
Na+ |
0,5 |
1,3 |
3,0 |
4,3 |
|
K+ |
1,9 |
1,1 |
1,4 |
1,6 |
|
H+ |
1,4 |
|
|
|
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
5,2 |
13,8 |
25,8 |
34,7 |
|
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
7,9 |
9,5 |
11,7 |
12,4 |
|
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
9,3 |
9,5 |
11,7 |
12,4 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
85 |
100 |
100 |
100 |
Haplustol típico, franca gruesa, mixta, térmica
La serie El Sarmiento es un suelo bien drenado, desarrollado sobre materiales fluvio-eólicos franco arenosos finos y vinculados a terrazas altas e intermedias, con pendientes que no superan el 1%. Presentan un horizonte A de 14 cm de espesor, textura franca, buen contenido de materia orgánica y de color pardo grisáceo oscuro. Luego pasa en forma clara a un horizonte B incipiente, de color pardo oscuro, y con escasos barnices arcillosos muy finos. El material originario se encuentra a 38 cm de profundidad, es de estructura masiva y textura franco arenosa fina. Luego pasa en forma abrupta a una capa de materiales más finos (franco limosos) constituyendo una discontinuidad litológica. Algunos perfiles pueden presentar estas discontinuidades litológicas a diferentes profundidades y con texturas contrastantes.
Descripción del perfil típico:
El perfil modal de esta serie fue descrito a 9 km al SSE de Villa Sarmiento, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-14 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro (10YR3/2); franco; estructura en bloques subangulares débiles; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior abrupto, suave.
Bw 14-38 cm; color en húmedo pardo oscuro (7,5YR3/2); franco; estructura en bloques y prismas finos débiles; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; escasos barnices arcillosos muy finos “Clay Skins”; límite inferior claro, suave.
C 38-64 cm; color en húmedo pardo a pardo oscuro (10YR4/3); franco arenoso; masivo; friable en húmedo; límite inferior abrupto, suave.
2A 64-86 cm; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); franco limoso; estructura en bloques subangulares finos; friable en húmedo; plástico; adhesivo; moteados comunes, medios y precisos; límite inferior abrupto, suave.
3Ck 86 cm a +; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR4/4); franco; masivo; friable en húmedo; moteados comunes, medios, débiles; abundante material calcáreo pulverulento en la masa del suelo.
Horizonte |
A |
Bw |
C |
2A |
3Ck |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-14 |
14-38 |
38-64 |
64-86 |
86 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
2,31 |
1,45 |
|
|
|
|
Carbono Orgánico (%) |
1,34 |
0,84 |
|
|
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,122 |
0,087 |
|
0,082 |
0,053 |
|
Relación C/N |
11,0 |
9,6 |
|
|
|
|
Arcilla, <2 μ (%) |
12,2 |
13,9 |
7,9 |
22,0 |
16,0 |
|
Limo, 2-50 μ (%) |
37,8 |
40,0 |
35,1 |
57,9 |
40,9 |
|
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
39,4 |
42,6 |
50 |
14,3 |
30,4 |
|
Arena fina, 100-250 μ (%) |
9,5 |
6,3 |
6,4 |
4,4 |
12,5 |
|
Arena media, 250-500 μ (%) |
0,2 |
0,1 |
0,1 |
0,2 |
0,5 |
|
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
0,2 |
0,1 |
0,1 |
0,1 |
0,4 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
|
|
|
|
0,1 |
|
Carbonatos, CaCO3 (%) |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
0,65 |
1,13 |
|
Equivalente de humedad (%) |
12,3 |
16,2 |
11,9 |
32,4 |
19,2 |
|
pH en pasta |
5,7 |
5,8 |
6,6 |
7,2 |
7,3 |
|
pH en agua (1:2,5) |
5,9 |
6,0 |
6,7 |
7,5 |
7,6 |
|
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
6,7 |
8,0 |
7,1 |
|
|
Mg++ |
0,7 |
0,8 |
0,9 |
|
|
|
Na+ |
0,3 |
0,1 |
0,1 |
0,7 |
0,5 |
|
K+ |
3,3 |
2,4 |
1,6 |
1,6 |
1,3 |
|
H+ de cambio (meq/100 gr) |
1,4 |
1,2 |
0,5 |
|
|
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
2,4 |
0,8 |
1,0 |
3,4 |
3,1 |
|
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
11,0 |
11,3 |
9,7 |
|
|
|
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
12,6 |
12,8 |
10,3 |
20,4 |
16,0 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
87 |
88 |
94 |
|
|
Haplustol éntico, franca gruesa, mixta, térmica
La serie El Yarará es un suelo algo excesivamente drenado, desarrollado sobre materiales franco arenosos a arenosos francos finos y se encuentra vinculado a lomas ligeramente onduladas, con pendientes que no superan el 1%. El horizonte A tiene 18 cm de espesor, es de color pardo grisáceo oscuro, de textura franco arenosa a arenosa franca y estructura en bloques subangulares débiles. Hacia abajo pasa gradualmente (horizonte AC) al material originario (horizonte C) de textura arenoso franca. El material calcáreo se encuentra muy profundo. Estos suelos son aptos para agricultura, aunque su uso se encuentra limitado por el clima, por la baja retención de humedad y por la susceptibilidad moderada a la erosión eólica.
Descripción del perfil típico:
El perfil típico de la serie El Yarará, fue estudiado a 16,2 km al norte de Del Campillo y se describe a continuación.
A 0-18 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro (10YR3/2); franco arenoso a arenoso franco; estructura en bloques subangulares débiles; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior claro, suave.
AC 18-43 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); arenoso franco; masivo tendencia a bloques, muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior gradual.
C 43 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco; masivo a grano simple; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo.
Horizonte |
A |
AC |
C |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-18 |
18-43 |
43 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
1,59 |
1,02 |
|
|
Carbono Orgánico (%) |
0,93 |
0,59 |
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,111 |
0,068 |
|
|
Relación C/N |
8,4 |
8,7 |
|
|
Arcilla, <2 μ (%) |
9,0 |
7,3 |
6,9 |
|
Limo, 2-50 μ (%) |
17,2 |
15,0 |
13,0 |
|
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
47,3 |
52,2 |
55,3 |
|
Arena fina, 100-250 μ (%) |
24,6 |
24,3 |
23,1 |
|
Arena media, 250-500 μ (%) |
1,4 |
0,8 |
0,7 |
|
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
0,5 |
1,0 |
1,2 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
|
|
|
|
Carbonatos, CaCO3 (%) |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
|
Equivalente de humedad (%) |
11,3 |
9,8 |
8,3 |
|
pH en pasta |
5,3 |
5,9 |
7,0 |
|
pH en agua (1:2,5) |
5,6 |
6,3 |
7,1 |
|
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
6,9 |
5,5 |
5,1 |
Mg++ |
0,4 |
0,5 |
0,8 |
|
Na+ |
0,2 |
0,2 |
0,2 |
|
K+ |
1,6 |
1,6 |
1,1 |
|
H+ |
1,8 |
1,0 |
0,5 |
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
1,8 |
2,3 |
2,3 |
|
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
9,1 |
7,8 |
7,1 |
|
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
11,0 |
8,8 |
7,5 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
83 |
89 |
95 |
El rango de variabilidad para la Serie El Yarará es el siguiente:
a) Contenido de arenas:
b) Contenido de arcillas:
Ustipsamment típico, arenosa, mixta, térmica
La serie Huinca Renancó es un suelo excesivamente a algo excesivamente drenado, desarrollado sobre materiales arenosos vinculados a las lomas con pendientes mayores al 1%, conformando relieves y/o mesorelieves convexos. El horizonte A, de 21 cm de espesor, es de color pardo oscuro, textura arenoso franca y estructura en bloques muy débiles a masivo. Hacia abajo presenta un horizonte de transición AC, arenoso franco y masivo. El horizonte C (material originario) se encuentra a 43 cm de profundidad y es de textura arenoso franca. El material calcáreo se encuentra generalmente debajo de los 2 metros de profundidad.
Estos suelos están en el límite del uso agrícola, siendo sus principales limitaciones el clima, la baja retención de humedad y el grave peligro de erosión eólica.
Descripción del perfil típico:
El perfil típico fue descripto a 15,3 km al NNO de Huinca Renancó, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-21 cm;A 0-21 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); arenoso franco; estructura en bloques subangulares débiles a masivo; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior gradual, suave.
AC 21-43 cm;AC 21-43 cm; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco; masivo; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior gradual, suave.
C 43 cm a más;C 43 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR4/4); arenoso franco; masivo a grano simple; suelto en húmedo; no plástico; no adhesivo.
Horizonte |
A |
AC |
C |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-21 |
21-43 |
43 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
1,26 |
0,86 |
|
|
Carbono Orgánico (%) |
0,73 |
0,50 |
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,085 |
0,054 |
|
|
Relación C/N |
8,6 |
9,2 |
|
|
Arcilla, <2 μ (%) |
6,9 |
6,5 |
5,7 |
|
Limo, 2-50 μ (%) |
16,5 |
15,3 |
16,1 |
|
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
36,3 |
40,8 |
40,6 |
|
Arena fina, 100-250 μ (%) |
37,4 |
34,5 |
35,3 |
|
Arena media, 250-500 μ (%) |
1,9 |
1,1 |
1,0 |
|
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
3,0 |
1,5 |
1,4 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
0,0 |
0,4 |
0,2 |
|
Carbonatos, CaCO3 (%) |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
|
Equivalente de humedad (%) |
8,8 |
7,8 |
7,1 |
|
pH en pasta |
5,5 |
6,2 |
7,0 |
|
pH en agua (1:2,5) |
5,7 |
6,3 |
7,2 |
|
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
4,7 |
5,9 |
5,6 |
Mg++ |
0,7 |
0,2 |
0,7 |
|
Na+ |
0,2 |
0,2 |
0,1 |
|
K+ |
1,6 |
1,3 |
0,6 |
|
H+ |
1,4 |
0,7 |
0,4 |
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
2,3 |
2,4 |
1,4 |
|
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
7,2 |
7,6 |
6,8 |
|
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
8,8 |
8,2 |
7,2 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
81,8 |
92,7 |
94,4 |
Los rangos de
variabilidad para esta Serie son los siguientes:
a) Contenido de
arena:
b) Contenido de arcilla:
Natralbol típico, franca gruesa, mixta, térmica
La serie La Beatriz es un suelo imperfecta a moderadamente bien drenado, con alcalinidad sódica a partir de 29 cm de profundidad, vinculado a concavidades y aureolas externas de lagunas.
Se ha desarrollado a partir de materiales franco arenosos. La parte superficial del suelo se divide en 2 horizontes: uno superior (A), de 18 cm de espesor y de color pardo grisáceo oscuro, y otro inferior (E), algo más claro, de 11 cm de espesor. Luego pasa abruptamente al horizonte Btn (más arcilloso) de estructura columnar y prismática, con más de 20% de sodio intercambiable. El material parental (horizonte Cnk) se encuentra a 75 cm de profundidad, de textura franco arenosa a arenoso franca, con material calcáreo pulverulento en la masa del suelo.
Descripción del perfil típico:
El perfil típico que representa a esta serie fue estudiado a 16 al NNO de Huinca Renancó, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-18 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro a pardo oscuro (10YR3/2,5); franco arenoso; estructura en bloques débiles; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior abrupto, suave.
E 18-29 cm; color en húmedo pardo oscuro a pardo amarillento oscuro (10YR3/3,5); franco arenoso; masivo; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; moteados comunes, finos y precisos; límite inferior claro.
Btn 29-52 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); franco arenoso; estructura columnar y prismas moderados; ligeramente firme en húmedo; barnices comunes y medios; moteados comunes, medios y precisos; límite inferior gradual.
BCkn 52-75 cm; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3,5/4); franco arenoso a arenoso franco; estructura en bloques débiles; friable en húmedo; barnices escasos finos; moteados medios y precisos; concreciones calcáreas escasas; límite inferior gradual.
Ckn 67 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR4/4); franco arenoso a arenoso franco; masivo; friable en húmedo; moteados abundantes; moderada a débil reacción al ácido clorhídrico en la masa del suelo.
Horizonte |
A |
E |
Btn |
BCkn |
Ckn |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-18 |
18-29 |
29-52 |
52-75 |
75 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
1,22 |
1,02 |
0,65 |
0,36 |
0,22 |
|
Carbono Orgánico (%) |
0,71 |
0,60 |
0,38 |
0,21 |
0,19 |
|
Nitrógeno total (%) |
0,082 |
0,051 |
0,043 |
|
|
|
Relación C/N |
8,7 |
12,4 |
8,8 |
|
|
|
Arcilla, 2 µ (%) |
7,6 |
10,6 |
12,7 |
11,4 |
10,8 |
|
Limo, 2-50 µ (%) |
22,3 |
26,7 |
25,5 |
24,7 |
25,5 |
|
Arena muy fina, 50-100 µ (%) |
21,4 |
27,5 |
25,8 |
26,0 |
30,5 |
|
Arena fina, 100-250 µ (%) |
42,1 |
30,6 |
30,9 |
32,6 |
28,5 |
|
Arena media, 250-500 µ (%) |
2,2 |
2,5 |
2,7 |
2,6 |
2,4 |
|
Arena gruesa, 500-1000 µ (%) |
3,8 |
2,4 |
2,8 |
3,1 |
2,3 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
0,5 |
0,1 |
0,2 |
0,0 |
0,3 |
|
Calcáreo, CaCO3 (%) |
0,0 |
0,0 |
0,55 |
2,1 |
0,9 |
|
Equivalente de humedad (%) |
11,1 |
10,6 |
15,2 |
14,8 |
14,0 |
|
pH en pasta |
5,4 |
5,8 |
8,0 |
9,0 |
9,1 |
|
pH en agua 1:2,5 |
5,9 |
6,0 |
8,6 |
9,4 |
9,4 |
|
Cationes de intercambio (me/100 gr): |
Ca++ |
4,9 |
6,1 |
|
|
|
Mg++ |
0,8 |
1,2 |
|
|
|
|
Na+ |
0,2 |
0,4 |
2,6 |
6,3 |
7,2 |
|
K+ |
1,6 |
2,4 |
2,3 |
2,1 |
2,1 |
|
H+ |
1,1 |
0,5 |
|
|
|
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
2,3 |
3,8 |
21,5 |
54,3 |
63,7 |
|
Suma de bases, me/100 gr (S) |
7,5 |
10,1 |
|
|
|
|
Capacidad de intercambio catiónico me/100 gr (T) |
8,6 |
10,6 |
12,1 |
11,6 |
11,3 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
87 |
95 |
100 |
100 |
100 |
Argiacuol típico, franca gruesa, mixta, térmica
La serie La Bohemia es un suelo pobre a imperfectamente drenado, con alcalinidad sódica moderada a partir de 30 cm de profundidad y fuertemente a partir de 50 cm. Está vinculado a aureolas internas de lagunas, depresiones bien manifiestas y charcas individuales aisladas. Se ha desarrollado a partir de materiales franco arenosos. El horizonte A tiene 23 cm de espesor, color pardo grisáceo oscuro, de textura franco arenosa y estructura en bloques débiles. Luego pasa en forma clara a un horizonte algo más arcilloso (Bt), de color pardo oscuro y estructura en prismas. El horizonte Ckn se encuentra a 81 cm de profundidad.
La alcalinidad sódica subsuperficial, el drenaje impedido y la capa freática a menos de un metro de la superficie afectan el desarrollo normal de las raíces. Existen fases fuertemente alcalinas desde la superficie. Dentro de esta serie existen variaciones en cuanto al espesor del horizonte A, además de tenores de sodio. Algunos presentan sales solubles en profundidad.
Descripción del perfil típico:
El perfil típico que representa a esta serie fue estudiado a 15 km al oeste de la localidad de Del Campillo, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-23 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro a pardo oscuro (10YR3/2,5); franco arenoso; estructura en bloques subangulares débiles a masivo; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior claro, suave.
Bt 23-52 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); franco arenoso; estructura en prismas irregulares y bloques subangulares débiles; friable en húmedo; barnices comunes y finos; límite inferior gradual.
BCkn 52-81 cm; color en húmedo pardo oscuro a pardo amarillento oscuro (10YR3/3,5); franco arenoso; estructura en bloques subangulares débiles; friable en húmedo; barnices escasos y finos; moteados comunes, medios y débiles; escasas concreciones calcáreas muy finas; límite inferior difuso.
Ckn 81 cm a más; color en húmedo pardo oscuro (10YR3,5/3); franco arenoso; masivo; friable en húmedo; moteados comunes, medios y débiles; escasas concreciones calcáreas finas.
Horizonte |
A |
Bt |
BCkn |
Ckn |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-23 |
23-52 |
52-81 |
81 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
1,37 |
0,45 |
0,21 |
|
|
Carbono Orgánico (%) |
0,80 |
0,27 |
0,12 |
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,098 |
0,040 |
|
|
|
Relación C/N |
8,2 |
6,8 |
|
|
|
Arcilla, 2 µ (%) |
10,0 |
12,3 |
10,4 |
9,4 |
|
Limo, 2-50 µ (%) |
23,1 |
23,3 |
21,1 |
21,6 |
|
Arena muy fina, 50-100 µ (%) |
37,5 |
38,5 |
37,3 |
41,2 |
|
Arena fina, 100-250 µ (%) |
26,3 |
23,6 |
28,4 |
25,2 |
|
Arena media, 250-500 µ (%) |
1,9 |
2,2 |
2,0 |
2,2 |
|
Arena gruesa, 500-1000 µ (%) |
2,1 |
1,3 |
1,9 |
2,2 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
|
Calcáreo, CaCO3 (%) |
0 |
0 |
0,27 |
0,17 |
|
Equivalente de humedad (%) |
6,6 |
12,7 |
9,5 |
8,9 |
|
pH en pasta |
5,5 |
7,2 |
8,5 |
9,1 |
|
pH en agua 1:2,5 |
5,8 |
7,5 |
9,0 |
9,4 |
|
Cationes de intercambio (me/100 gr): |
Ca++ |
4,4 |
7,0 |
|
|
Mg++ |
0,7 |
0,7 |
|
|
|
Na+ |
0,2 |
0,6 |
4,8 |
6,3 |
|
K+ |
3,0 |
1,4 |
1,4 |
1,5 |
|
H+ |
1,7 |
0,4 |
|
|
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
2,0 |
5,9 |
51,6 |
70 |
|
Suma de bases, me/100 gr (S) |
8,3 |
9,7 |
|
|
|
Capacidad de intercambio catiónico me/100 gr (T) |
10,0 |
10,1 |
9,3 |
9,0 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
83 |
96 |
100 |
100 |
Psammacuent sódico, arenosa, mixta, térmica
Es un suelo imperfectamente drenado, ubicado dentro de concavidades y aureolas de lagunas. Presenta un horizonte superficial de 18 cm de espesor, de textura arenoso franca, estructura masiva tendencia a bloques. Continúa hasta los 45 cm, una de transición (ACn) de textura arenoso franca a arenosa, de estructura masiva a grano simple y con moderada alcalinidad sódica. El material originario del suelo se extiende hacia abajo, tiene textura arenosa y se ve afectado por la capa freática. La alcalinidad sódica aumenta con la profundidad.
Descripción del perfil típico:
El perfil modal de esta serie fue descrito a 17 km al OSO de Villa Valeria, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
Ak 0-18 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); arenoso franco; masivo tendencia a bloques; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; leve reacción al ácido clorhídrico; límite inferior claro, suave; raíces escasas a comunes.
ACn 18-45 cm; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco a arenoso; masivo a grano simple; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; moteados escasos, finos y precisos; límite inferior claro, suave; vestigios de raíces.
Cn 45 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco a arenoso; masivo; muy friable en húmedo.
Existen fases por fuerte alcalinidad sódica superficial y por drenaje pobre.
Horizonte |
Ak |
ACn |
Cn |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-18 |
18-45 |
45 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
1,2 |
0,3 |
|
|
Carbono Orgánico (%) |
0,7 |
0,2 |
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,07 |
|
|
|
Relación C/N |
9,72 |
|
|
|
Arcilla, <2 μ (%) |
5,7 |
4,5 |
5,6 |
|
Limo, 2-50 μ (%) |
9,7 |
8,5 |
5,8 |
|
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
25,2 |
25,9 |
25,8 |
|
Arena fina, 100-250 μ (%) |
54,0 |
55,6 |
55,8 |
|
Arena media, 250-500 μ (%) |
4,3 |
4,7 |
4,4 |
|
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
2,1 |
2,4 |
2,2 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
|
|
|
|
Carbonatos, CaCO3 (%) |
0,7 |
0,1 |
0,2 |
|
Cond eléctrica |
0,17 |
0,07 |
0,08 |
|
pH en agua (1:2,5) |
8,1 |
8,3 |
9,0 |
|
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
|
2,2 |
2,2 |
Mg++ |
|
0,6 |
0,4 |
|
Na+ |
0,3 |
0,9 |
1,8 |
|
K+ |
0,9 |
2,1 |
1,3 |
|
H+ |
|
|
|
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
3,9 |
15,4 |
31,8 |
|
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
|
5,7 |
5,7 |
|
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
7,5 |
5,7 |
5,7 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
100 |
100 |
100 |
Natralbol típico, franca gruesa, mixta, térmica
La serie Lecueder, es un suelo moderadamente bien drenado, vinculado a sectores bajos de relieve cóncavo, dentro de lomas arenosas onduladas y áreas intermedias. El horizonte A de 27 cm de espesor, es de color pardo grisáceo muy oscuro, de textura franco arenosa y estructura en bloques; luego pasa a un horizonte más claro, de textura franco arenosa a arenoso franca y estructura masiva tendencia a laminar (E). A los 47 cm de profundidad y en forma abrupta pasa a un horizonte con mayor contenido de arcilla, estructura en bloques tendencia a prismas y más del 15% de sodio intercambiable. Luego continúa un horizonte de transición (BCnz) que se extiende hasta los 80 cm. El clima y elevado contenido de sodio intercambiable a partir de los 47 cm son las limitaciones de estos suelos.
Descripción del perfil típico:
El perfil modal de esta serie fue estudiado a 5 km al norte de la estación Lecueder, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-27 cm; color en húmedo pardo grisáceo muy oscuro (10YR3/2); franco arenoso; estructura en bloques subangulares medios, moderados; friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior claro, suave; raíces comunes.
E 27-47 cm; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); franco arenoso a arenoso franco; masivo; friable en húmedo; moteados comunes, finos y precisos; límite inferior abrupto, suave; raíces escasas.
Btnz 47-67 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); franco arenoso; estructura en bloques tendencia a prismas; friable en húmedo; barnices escasos y medios; moteados comunes; límite inferior gradual, suave.
BCnz 67-85 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); franco arenoso a arenoso franco; estructura en bloques débiles a masivo; muy friable en húmedo; vestigios de barnices.
Cnz 85 cm a +; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco; masivo; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo.
Horizonte |
A |
E |
Btnz |
BCnz |
||
Profundidad de la muestra (cm) |
0-27 |
27-47 |
47-67 |
67 a + |
||
Materia Orgánica (%) |
1,8 |
0,8 |
|
|
||
Carbono Orgánico (%) |
1,1 |
0,5 |
|
|
||
Nitrógeno total (%) |
0,11 |
0,05 |
|
|
||
Relación C/N |
9,5 |
9,2 |
|
|
||
Arcilla, <2 μ (%) |
12,9 |
9,6 |
11,7 |
10,0 |
||
Limo, 2-50 μ (%) |
23,1 |
17,4 |
15,4 |
15,2 |
||
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
30,9 |
32,0 |
33,0 |
32,3 |
||
Arena fina, 100-250 μ (%) |
27,5 |
32,8 |
32,3 |
33,2 |
||
Arena media, 250-500 μ (%) |
3,7 |
4,2 |
3,6 |
5,0 |
||
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
3,0 |
4,5 |
4,5 |
4,6 |
||
Arena muy gruesa., 1-2 mm (%) |
0 |
0 |
0 |
0 |
||
Carbonatos, CaCO3 (%) |
0 |
0 |
0,2 |
0,2 |
||
pH en agua (1:2,5) |
6,4 |
7,0 |
7,5 |
7,9 |
||
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
5,0 |
5,9 |
|
|
|
Mg++ |
1,4 |
1,2 |
|
|
||
Na+ |
0,5 |
0,5 |
2,0 |
|
||
K+ |
2,5 |
1,9 |
1,6 |
|
||
H+ de cambio (meq/100 gr) |
2,1 |
0,6 |
|
|
||
Sodio de intercambio, % (PSI) |
4,7 |
5,4 |
18,9 |
|
||
Conductividad, mmhos/cm (extracto de saturación) |
|
|
13,2 |
13,3 |
||
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
9,4 |
9,5 |
|
|
||
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
11,4 |
10,1 |
10,7 |
9,9 |
||
Saturación con bases, % (S/T) |
82,1 |
94,3 |
100 |
100 |
||
Composición del extracto de saturación, meq/l: |
Cationes |
Ca++ |
|
|
47,3 |
35,5 |
Mg++ |
|
|
29,6 |
20,3 |
||
Na+ |
|
|
66,8 |
81,8 |
||
K+ |
|
|
6,3 |
5,0 |
||
Aniones |
CO3= |
|
|
|
|
|
HCO3- |
|
|
0,9 |
1,4 |
||
SO4= |
|
|
50,7 |
54,8 |
||
Cl- |
|
|
102,7 |
95,4 |
||
RAS |
|
|
|
15,5 |
||
PSI (%) (estimado a partir del extracto de saturación) |
|
|
|
17,8 |
Ustipsamment típico, arenosa, mixta, térmica
La serie Villa Valeria es un suelo algo excesivamente a excesivamente drenado, desarrollado sobre materiales arenosos vinculados a las lomas suavemente onduladas y también en otras convexidades mayores donde normalmente se encuentra erosionado por el viento (fases). El horizonte A, de 20 cm de espesor, es de color pardo oscuro, textura arenoso franca y estructura en bloques muy débiles a masivo. Hacia abajo presenta un horizonte de transición AC, arenoso franco y de estructura masiva. El horizonte C (material originario) se encuentra a 38 cm de profundidad y es de textura arenoso franca. Normalmente estos suelos son aptos para implantación de pasturas debido a sus limitantes: la baja retención de humedad, la alta susceptibilidad a la erosión eólica, muy débil estructura superficial y la baja pluviometría de la región occidental de esta carta donde es dominante.
Descripción del perfil típico:
El perfil típico fue descripto a 23 km al sudeste de Villa Valeria, departamento General Roca, provincia de Córdoba.
A 0-20 cm; color en húmedo pardo oscuro (10YR3/3); arenoso franco; estructura en bloques débiles a masivo; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior gradual, suave.
AC 20-38 cm; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco; masivo tendencia a bloques; muy friable en húmedo; no plástico; no adhesivo; límite inferior gradual, suave.
C 38 cm a más; color en húmedo pardo amarillento oscuro (10YR3/4); arenoso franco; masivo a grano simple; suelto en húmedo; no plástico; no adhesivo.
Horizonte |
A |
AC |
C |
|
Profundidad de la muestra (cm) |
0-20 |
20-38 |
38 a + |
|
Materia Orgánica (%) |
1,3 |
0,7 |
|
|
Carbono Orgánico (%) |
0,8 |
0,4 |
|
|
Nitrógeno total (%) |
0,08 |
|
|
|
Relación C/N |
9,40 |
|
|
|
Arcilla, <2 μ (%) |
7,9 |
8,2 |
7,4 |
|
Limo, 2-50 μ (%) |
14,5 |
14,0 |
13,2 |
|
Arena muy fina, 50-100 μ (%) |
24,4 |
24,6 |
25,1 |
|
Arena fina, 100-250 μ (%) |
44,4 |
44,9 |
45,6 |
|
Arena media, 250-500 μ (%) |
3,8 |
3,6 |
3,7 |
|
Arena gruesa, 500-1000 μ (%) |
4,7 |
5,0 |
4,9 |
|
Arena muy gruesa, 1-2 mm (%) |
|
|
|
|
Carbonatos, CaCO3 (%) |
|
|
|
|
Conductividad eléctrica (ext. 1:2,5) (mmhos/cm) |
0,08 |
0,06 |
0,06 |
|
pH en agua (1:2,5) |
6,4 |
6,7 |
6,9 |
|
Cationes de intercambio, meq/100 gr: |
Ca++ |
3,9 |
4,4 |
4,8 |
Mg++ |
1,3 |
1,2 |
1,1 |
|
Na+ |
0,4 |
0,3 |
0,3 |
|
K+ |
1,2 |
1,3 |
1,4 |
|
H+ |
1,4 |
0,9 |
0,6 |
|
Sodio de intercambio, % (PSI) |
4,4 |
3,6 |
3,7 |
|
Suma de bases, meq/100 gr (S) |
6,8 |
7,2 |
7,6 |
|
Capacidad de intercambio catiónico, meq/100 gr (T) |
8,3 |
8,1 |
8,2 |
|
Saturación con bases, % (S/T) |
82,7 |
88,7 |
92,7 |
El rango de variabilidad para “Contenido de arena del horizonte A” en esta Serie es el siguiente:
La Carta de Suelos muestra un conjunto de delineaciones, cada una identificada con un símbolo. Todas las delineaciones que se identifican con el mismo símbolo constituyen una Unidad Cartográfica de suelos. En este punto se describen estas unidades que muestran los mapas, caracterizando cada una de ellas desde el punto de vista de las Series de suelos que la componen y que fueron precedentemente descriptas en el punto 3.2.
Ya se ha mencionado que las Unidades Cartográficas pueden ser simples o compuestas de acuerdo a si están integradas por uno o más suelos. Las unidades simples o consociaciones pueden tener hasta un 15% de inclusiones de otros suelos. Para la mayoría de las unidades, que son compuestas, esto es asociaciones y complejos de suelos, se ha estimado el porcentaje de participación de cada suelo en el total de la unidad. Para otras unidades, no ha sido posible o no se ha estimado necesario determinar el grado de participación de cada suelo, por lo que no se consignan dichos porcentajes (complejo indiferenciado).
Con este símbolo (BE1) se identifican áreas extensas de relieve ligeramente ondulado. Esta unidad contiene los suelos de la Serie Buena Esperanza y ocupa el sector oeste de esta carta en el límite con la provincia de San Luis a la cual se extiende.
Son tierras arenosas, algo excesivamente drenadas, de permeabilidad rápida y muy baja capacidad de retención de humedad. Las limitaciones climáticas son severas y la susceptibilidad a la erosión eólica es muy alta.
Geográficamente, estos ambientes están distribuidos al oeste de la localidad de Villa Valeria y se destinan principalmente a la implantación de pasturas y pastoreo sobre campos naturales. Como inclusiones, se pueden encontrar algunos médanos de reducidas dimensiones.
Con este símbolo (BE2) se representan áreas medanosas estabilizadas naturalmente y además se observan sectores con montículos de arena de remoción eólica reciente por acción natural y antrópica. Los suelos de esta unidad tienen limitantes edáficas y climáticas severas derivadas de drenaje excesivo, permeabilidad rápida, pendientes de hasta el 1% y susceptibilidad severa a esta limitante.
Su uso está restringido a campos naturales de pastoreo y a implantación de pasturas perennes adaptadas.
Esta unidad cartográfica está constituida por su mayoría por la serie Buena Esperanza afectados por problemas de drenaje interno; tiene características medanosas donde la pendiente no supera el 1%, el escurrimiento es lento a medio y la permeabilidad rápida. Las limitaciones edáficas se refieren principalmente al peligro de anegamiento y épocas de precipitaciones intensas y la presencia de la capa freática fluctuante que en la mayoría de los casos varía entre 0,9 y 1,5 metros con salinidad y/o alcalinidad subsuperficial. Su uso queda restringida a pastoreo sobre campos naturales.
Estos ambientes están ubicados al oeste y noroeste de la localidad de Villa Valeria. Ocupan una posición elevada en el relieve donde los procesos erosivos eólicos son potencialmente graves debido a la baja estabilidad estructural de estas series con altos contenidos de arenas (80%) que alternan con suelos de textura arenosa en los cuales no se pueden identificar series. Como inclusiones que no superan el 15%, se pueden observar pequeñas concavidades originadas por la acción del viento con la capa freática cerca de la superficie denominadas “pequeñas lagunas de deflación”.
La aptitud natural de estas tierras corresponde a campos naturales de pastoreo con exclusividad debido a las limitantes antes expresadas. Generalmente estos ambientes están cubiertos con la vegetación natural de monte de chañar y caldén.
Fisiográficamente, comprende lomas suavemente onduladas donde predominan la serie Del Campillo íntimamente relacionada a la serie El Yarará parcialmente acumulada; en las lomas onduladas se encuentra la serie Huinca Renancó ligera a moderadamente erosionada conformando un mesorelieve convexo. Esta última es la más susceptible a la acción del viento, por lo que se pueden apreciar sedimentos más gruesos depositados sobre los otros dos componentes taxonómicos.
Ambientes afectados severamente por la acción del viento. En las series Del Campillo y El Yarará los procesos de erosión y depositación son moderados. La serie Huinca Renancó erosionada se encuentra en el mesorelieve convexo, y debido a su susceptibilidad a la erosión eólica y a su importante proporción dentro de la unidad cartográfica, afecta considerablemente el uso y manejo de estas tierras.
Este complejo de suelos se encuentra ubicado en sectores planos y/o suavemente deprimidos donde la capa freática se encuentra próxima a la superficie. Las series Del Campillo y El Yarará presentan fases derivadas de salinidad y drenaje. La limitación mayor, está constituida por la presencia de la serie Lecueder con alcalinidad sódica subsuperficial y horizontes degradados. Como inclusiones, que no superan el 10% de la unidad cartográfica, se pueden encontrar suelos con horizontes superficiales degradados (Alfisoles).
En general, la unidad cartográfica suele inundarse por cortos períodos de tiempo luego de lluvias intensas.
Los ambientes identificados con este símbolo consisten mayoritariamente en pequeñas lomas onduladas orientadas de este a oeste donde la serie Villa Valeria domina en los sectores convexos en fases erosionadas. En los sectores cóncavos se encuentra la serie El Pequén de buena aptitud agrícola y estructura superficial pero limitada por alcalinidad sódica moderada en profundidad. Un 50% de este ambiente está representado por la serie Del Campillo ubicada en las áreas suavemente onduladas y que se caracteriza por la baja retención de humedad.
Se observan acumulaciones arenosas provenientes de la serie Villa Valeria en los límites que cubren parcialmente las demás series.
Esta unidad cartográfica representa algunas de las áreas con menor susceptibilidad y presencia de procesos erosivos. El relieve es suavemente ondulado con predominancia de las series Del Campillo y El Yarará, suelos de buena aptitud para la región. Solo un 15% corresponde a la serie Huinca Renancó moderadamente erosionada.
Esta unidad cartográfica domina en los sectores planos del oeste de mejor aptitud. El relieve es suavemente ondulado con gradientes que van de 0 a 0,5%. El suelo más representativo es la serie Del Campillo con limitantes severas de retención de humedad y fertilidad química. Por otro lado, se encuentra en una proporción importante la serie Villa Valeria, susceptible a la erosión eólica y la misma serie ligera a moderadamente erosionada en sectores suavemente ondulados.
Dentro de las regiones de dominio de esta unidad, se la considera como la menos erosionada y susceptible dentro de las unidades que la circundan. Su aptitud natural es agrícola en el límite (clase IVes) donde no se recomiendan cultivos de leguminosas que para su cosecha requieran remoción de suelo.
Los ambientes designados con este símbolo comprenden lomas suave a moderadamente onduladas con gradientes que van de 0,5 a 1%. Las series Del Campillo y El Yarará se han desarrollado sobre materiales parentales eólicos de textura franco arenosa a arenoso franca y se ubican en los sectores de menor gradiente dentro del paisaje. Ambas series presentan moderada susceptibilidad a la erosión eólica. Por otro lado, en pequeñas ondulaciones convexas se encuentra la serie Villa Valeria, de textura arenoso franca y severa susceptibilidad a la erosión eólica. Los procesos erosivos eólicos son bien notables en esta última serie, por lo que se pueden apreciar sedimentos arenosos depositados sobre los otros dos componentes taxonómicos.
La moderada susceptibilidad a la erosión eólica en los sectores planos y severa en los ondulados, el drenaje algo excesivo, la baja retención de humedad y la estructura superficial débil, condicionan el uso agrícola de estas tierras, además de la limitación climática natural del área.
Ambientes de lomas onduladas con gradientes superiores a 1% y que se encuentran afectados severamente por la acción del viento. En las series Del Campillo y El Yarará, ubicadas en sectores intermedios y planos del paisaje respectivamente, los procesos de erosión y depositación son moderados. La serie Villa Valeria se encuentra severamente erosionada en pequeñas lomas convexas, habiendo perdido aproximadamente el 50% del horizonte superficial. La importante proporción de esta serie dentro de la unidad cartográfica afecta considerablemente la aptitud de estas tierras.
La erosión eólica actual y la severa susceptibilidad a la misma, sumadas a las limitaciones climáticas de la región y a la baja retención de humedad de las series, restringen el uso de estas tierras a la implantación de pasturas adaptadas y ganadería con pastoreo racional.
La Serie El Sarmiento es un suelo bien drenado, desarrollado sobre materiales fluvio-eólicos franco a franco arenosos finos y vinculados a terrazas altas e intermedias y derrames del Río Popopis, con pendientes que no superan el 1%, por lo tanto no presentan peligro de erosión. El escurrimiento es moderado y dada la buena permeabilidad no acusan peligro de anegamiento.
Son suelos agrícolas que no presentan limitaciones, excepto las determinadas por el régimen de precipitación.
Las prácticas recomendadas para el manejo y conservación incluyen además de las adecuadas al mantenimiento de la fertilidad, aquellas que apuntan a la captación y conservación de la humedad.
Esta unidad corresponde a un ambiente de terrazas altas e intermedias con pendientes que en general no superan el 1%. La Serie El Sarmiento se ha desarrollado a partir de sedimentos fluvio-eólicos, son suelos bien drenados que poseen un horizonte superficial de textura franca, bien provisto de materia orgánica. En los sectores ligeramente más elevados del paisaje, se ubica la serie El Yarará, de drenaje algo excesivo, de textura franco arenosa a arenosa franca, agregados débiles, baja fertilidad, donde el peligro a la erosión eólica es moderado. En las áreas planas y ligeramente deprimidas se encuentran suelos afectados por salinidad en los horizontes subsuperficiales, debido fundamentalmente al ascenso periódico de la capa freática.
Estas características, sumadas a la limitación climática, ubican estas tierras en el límite agrícola de la capacidad de uso.
Esta unidad se haya próxima al Río Popopis. En mayor proporción está constituida por la serie El Sarmiento en íntima asociación con la serie El Yarará conformando ambientes muy suavemente ondulados con pendientes de 0 - 0,5%. En pequeños sectores donde el relieve se encuentra suavemente elevado, se presenta la serie Villa Valeria con moderada a severa susceptibilidad a la erosión eólica.
La serie El Sarmiento comprende el suelo de mejor aptitud dentro de la unidad debido a su textura superficial franca, bien provisto de materia orgánica, estructura superficial bien desarrollada con agregados moderados a fuertes, buen drenaje y buena retención de humedad. No presenta susceptibilidad a la erosión eólica. Sin embargo, la susceptibilidad a la erosión eólica, el drenaje algo excesivo y baja fertilidad propias de las series El Yarará y Villa Valeria limitan el uso de estas tierras haciendo necesario prácticas de manejo adecuadas a evitar voladuras, a mantener la fertilidad y a favorecer la captación de agua.
El relieve corresponde a lomas extendidas y pendientes menores al 1%. La serie El Yarará se encuentra mejor estructurada superficialmente y con mayor contenido de materia orgánica que la serie Del Campillo.
Las limitantes son el drenaje excesivo y los factores climáticos, siendo la susceptibilidad a la erosión eólica de carácter moderada.
No se observan procesos erosivos de importancia tales como voladuras o acumulación de arenas próximos a los alambrados.
Pequeños ambientes muy suavemente ondulados donde la distribución de los distintos suelos es muy heterogénea. Aproximadamente la mitad de esta unidad cartográfica está ocupada por la serie El Yarará. Está íntimamente asociada a la seria La Beatriz ubicada en suaves depresiones planas donde la limitante más significativa es la alcalinidad sódica subsuperficial. Por último, en pequeñas ondulaciones convexas se encuentra la serie Huinca Renancó que se estima ha perdido más de la mitad de su horizonte superficial por procesos erosivos eólicos.
En consecuencia, las limitantes son: las climáticas, alcalinidad subsuperficial y la erosión eólica selectiva.
Ambiente de lomas suave a moderadamente onduladas donde la serie El Yarará, con una ligera susceptibilidad a la erosión eólica, predomina en los paisajes de menor gradiente.
La serie Huinca Renancó se encuentra de forma erosionada en pequeñas lomas convexas, habiendo perdido aproximadamente el 50% de la capa superficial. Los perfiles de la serie El Yarará, que se encuentran íntimamente relacionados, pueden presentar acumulación de sedimentos de textura más arenosa y menor contenido de materia orgánica provenientes de la serie Huinca Renancó.
Esta unidad cartográfica se encuentra en el límite de la aptitud agrícola, especialmente por la susceptibilidad a la erosión eólica.
Lomas onduladas con mesorelieve constituido por suelos desarrollados a partir de sedimentos eólicos de textura franco arenosa a arenoso franca. Generalmente, la serie El Yarará ocupa los sectores más planos y cóncavos. Puede presentarse parcialmente cubierta por la sedimentación de material más arenoso de la serie Huinca Renancó, que se ubica en las pequeñas lomas, normalmente erosionada y que representa la limitante más importante para este ambiente.
La moderada susceptibilidad a la erosión eólica en los sectores planos y severa en los ondulados, el drenaje algo excesivo, la baja retención de humedad y la estructura superficial débil, condicionan el uso agrícola de estas tierras, además de la limitación climática natural del área.
El relieve de esta unidad cartográfica es suavemente ondulado con algunas concavidades menores donde generalmente los procesos erosivos no se observan con nitidez. Domina la serie El Yarará asociada con la serie Del Campillo, de baja retención de humedad, ubicada en los sectores suavemente ondulados. En las suaves depresiones planas domina la serie La Beatriz con alcalinidad sódica subsuperficial y con la capa freática próxima a la superficie. Como inclusiones, en sectores de reducidas dimensiones, se observan algunas ondulaciones pequeñas donde se encuentra la serie Huinca Renancó erosionada.
Este complejo se vincula a paisajes de lomas suavemente onduladas, con pendientes cuyos gradientes oscilan entre 0,5 – 1%, donde la serie El Yarará ocupa los sectores planos y deprimidos, mientras la serie Del Campillo se ubica en las suaves convexidades. Como inclusiones que no superan el 10%, pueden presentarse algunos suelos poco diferenciados de textura arenoso franca (muy susceptibles a erosión eólica) sobre lomas aisladas de pequeñas dimensiones.
Las áreas designadas con este símbolo presentan ligera a moderada susceptibilidad a la erosión eólica, baja retención de humedad, débil estructura superficial y subsuperficial. Sumadas a la limitación climática de la región, estas tierras se encuentran en el límite del uso agrícola.
Ambientes de lomas moderadamente onduladas con pendientes cuyos gradientes oscilan entre 1 – 3%, donde los suelos se han desarrollado a partir de materiales franco arenosos y arenoso francos. Predomina la serie El Yarará íntimamente relacionada a la serie Del Campillo, ubicadas en los sectores más planos e intermedios del paisaje respectivamente. En los ambientes más ondulados se encuentra la serie Villa Valeria moderadamente erosionada conformando un mesorelieve convexo.
Los perfiles de la serie El Yarará pueden presentar acumulación de sedimentos de textura más arenosa y menor contenido de materia orgánica provenientes de la serie Villa Valeria.
Esta unidad cartográfica se encuentra en el límite de la aptitud agrícola, especialmente por la susceptibilidad a la erosión eólica.
Esta unidad se haya próxima al Río V (Popopis), comprende ambientes muy suavemente ondulados con pendientes de 0 - 0,5%. Aproximadamente la mitad de esta unidad cartográfica está ocupada por la serie El Yarará, de textura franco arenosa, buena estructura superficial y buena aptitud para la región. A ella se encuentra íntimamente asociada la serie El Sarmiento, ubicada en planos extendidos, de mejor aptitud debido a su textura superficial franca y mejor retención de humedad. En algunos sectores, donde el relieve se encuentra suavemente elevado, se presenta la serie Villa Valeria con moderada a severa susceptibilidad a la erosión eólica.
No se observan procesos erosivos de importancia tales como voladuras o acumulación de arenas. Sin embargo, la susceptibilidad a la erosión eólica y el drenaje algo excesivo propias de las series El Yarará y Villa Valeria limitan el uso de estas tierras.
Estas unidades cartográficas presentan un relieve suavemente deprimido generalmente vinculado a aureolas externas de lagunas o cubetas. La capa freática se encuentra próxima al perfil del suelo. La serie La Beatriz es la más representativa, presenta un horizonte superficial de buena aptitud, de textura franco arenosa a franca y horizontes subsuperficiales enriquecidos con arcillas iluviales sódicas que limitan el desarrollo de los cultivos. En los sectores aún más bajos dentro de estos complejos, domina la serie La Bohemia, con drenaje impedido, con la capa freática dentro del perfil del suelo y con alcalinidad sódica. Por último, se ubica la serie El Yarará en sectores suavemente elevados y planos, con alcalinidad sódica en profundidad.
Puede ser inundada parcialmente en determinados periodos del año. Las limitantes mencionadas, principalmente la alcalinidad y las condiciones de drenaje, afectan la aptitud de esta unidad determinándola como apta para campos de pasturas implantadas.
Comprende unidades deprimidas representadas en las aureolas internas de lagunas y otras depresiones. Está constituida por la serie La Beatriz, ya descripta, la serie Alfalegre de drenaje impedido, con horizonte superficial lixiviado y moderadamente alcalino en profundidad. La capa freática se encuentra próxima al perfil del suelo, por lo que se pueden encontrar fases moderadas a fuertemente alcalinas desde la superficie de ambas series nombradas. La serie El Yarará se encuentra en sectores menos afectados por las limitantes expresadas.
Esta unidad se diferencia de la anteriormente descripta (LBt1) por mayor peligro de anegamiento, más alcalinidad sódica, y los horizontes lixiviados superficiales ya descriptos. Son suelos aptos para implantación de pasturas adaptadas.
Unidades presentes en el margen oriental del mosaico 3566-6-4 "Colonia La Cañada". Comprende pequeños ambientes deprimidos aislados o interconectados que se caracterizan por la presencia de la capa freática salina próxima a la superficie. Los perfiles de las Series La Beatriz, El Yarará y Alfalegre se encuentran muy limitados por sodicidad en diverso grado, anegamientos frecuentes y drenaje impedido. La serie El Yarará está ubicada en sectores suavemente elevados y planos mientras que La Beatriz y Alfalegre dominan los sectores más cóncavos y anegables.
La aptitud natural de estas tierras, dado el tipo e intensidad de las limitantes, es netamente ganadera con explotación de pastizales naturales.
Son planos suavemente deprimidos donde la serie Lecueder presenta buenas características superficiales pero con alcalinidad sódica subsuperficial; la serie La Matilde, con textura arenoso franca y baja fertilidad natural, se encuentra vinculada geográficamente a los sectores más bajos y afectada por la capa freática. Por otra parte, en relieves suavemente elevados dentro de estas depresiones se hallan las series Villa Valeria y Del Campillo. En síntesis, las limitantes se deben a alcalinidad, drenaje y baja fertilidad.
Estas unidades son aptas para implantación de pasturas adaptadas.
Unidades cartográficas en los sectores suavemente deprimidos del oeste de esta carta. Domina la serie La Matilde que se halla parcialmente afectada por alcalinidad sódica desde la superficie. En algunas ondulaciones menores domina la serie Villa Valeria susceptible a la erosión eólica y con débil estructura superficial. Como inclusiones, pueden encontrarse pequeñas lagunas semipermanentes que no ocupan más del 10%.
La aptitud natural es de implantación de pasturas en áreas menos afectadas por las limitantes mencionadas.
Comprende las áreas más deprimidas del oeste de la carta con la capa freática que afecta la mayoría de los perfiles de los suelos. Domina la serie La Matilde con alcalinidad sódica superficial con la típica vegetación halófita (pelo de chancho, salicornia, etc.) íntimamente asociada a otros suelos salino-sódicos con características semejantes. En algunos sectores, donde el relieve se encuentra suavemente elevado, se presenta la serie Villa Valeria con un nivel freático más profundo.
Las limitaciones son tan intensas que sólo son aptos para pastoreo sobre especies nativas con baja carga.
Estas unidades comprenden bajos muy complejos con relieves ondulados dentro de depresiones mayores. En aureolas internas de las pequeñas lagunas existentes se encuentra la serie La Matilde con alcalinidad sódica desde la superficie y baja fertilidad. En las partas altas, es importante la serie Del Campillo afectada por mal drenaje y alcalinidad sódica en profundidad. En una situación intermedia domina la serie Lecueder con alcalinidad sódica subsuperficial.
De acuerdo a lo descripto, esta unidad es muy heterogénea. En sectores escogidos, esencialmente donde se encuentra la serie Del Campillo, es posible la implantación de pasturas adaptadas.
Se ha podido identificar solamente la serie La Renancó.
Los suelos se han originado a partir de sedimentos fluviales, de textura superficial variable, desde franco arenosa a franco arcillo limosa y están afectados por alcalinidad y/o salinidad a distintas profundidades y en ocasiones desde la superficie.
El uso de estas tierras está severamente limitado, siendo aptos como campos naturales de pastoreo y eventualmente en sectores limitados, para la implantación de pasturas adaptadas a las condiciones mencionadas.
Dada la intensidad de las limitaciones, estos suelos no tienen aplicación agrícola ni ganadera.
Comprende un pequeño sector en el ángulo noreste de la carta imagen Mattaldi (7-2). Presenta relieve suavemente ondulado donde coexisten suelos desarrollados sobre sedimentos fluviales con los propios suelos eólicos de la región.
Carece de limitantes significativas: un perfil representativo tiene un horizonte superficial consistente en una capa de origen fluvial, de textura franco arcillo limosa, estructura en bloques fuertes y migajosa, abundante materia orgánica y actividad biológica, depositada sobre una capa de sedimentos eólicos arenoso francos.
Es un complejo dominado por la presencia de suelos desarrollados a partir de sedimentos fluviales de texturas variables. Incluye paleocauces, pequeños albardones y llanuras de inundación del Río Popopis o de sus brazos. Es frecuente la presencia de estos sedimentos fluviales por sobre los sedimentos eólicos propios de la región. Es apto para la implantación de pasturas.
Esta unidad se diferencia esencialmente de la anterior por su relieve plano a suavemente ondulado con las dos series más representativas del oeste de esta carta. La erosión presente es de carácter ligera a moderada y la fertilidad química es normalmente baja. En general, los porcentajes de arenas de los horizontes superficiales son del 80%.
Son sectores ondulados con pequeñas lomas longitudinales con crestas erosionadas que a veces pueden ocupar lotes totalmente afectados con acumulación de sedimentos arenosos. Dentro de los sectores desmontados, esta unidad es la más limitada en relación a las dos anteriores. Representa las unidades de mayor peligrosidad, siendo indispensable su cobertura durante todo el año.
Las dos primeras series indicadas están limitadas por la baja retención de humedad, la erosión y susceptibilidad eólica; ocupan los sectores positivos del relieve. En las partes más bajas se observa la serie La Matilde asociada a otros suelos hidromórficos con la capa freática muy cerca de la superficie.
Aptitud natural es de implantación de pasturas adaptadas a cada uno de los sectores.
Unidad asociada a paisajes irregulares de lomas medanosas onduladas con pendientes que oscilan 1 a 3%. Domina la serie Villa Valeria ubicada en los sectores más positivos del paisaje y que debido a su textura arenosa franca y a su estructura muy débil representa la fracción más erodable de la unidad. En sectores más bajos y planos se encuentran los perfiles de la serie El Yarará que pueden en ocasiones estar parcialmente cubiertos por sedimentos arenosos provenientes la erosión eólica de los sectores más elevados. Por último, en una situación intermedia se encuentra la Serie Del Campillo de moderada susceptibilidad a la erosión eólica.
El uso de estas tierras se encuentra muy limitado fundamentalmente por erosión eólica actual y severa susceptibilidad a la misma, y que, sumado a las limitaciones climáticas y de baja retención de humedad de las series, queda restringido a uso ganadero con pastoreo racional.
Unidad cartográfica de grandes dimensiones, muy heterogénea, de relieve moderadamente ondulado y en cuyas crestas se observan los procesos erosivos. Los problemas derivados de erosión eólica y susceptibilidad son muy importantes en los sectores medios y altos donde predominan las series Del Campillo y Villa Valeria respectivamente. En los sectores deprimidos se encuentra la serie La Matilde asociada a un conjunto de suelos no bien identificados, que pueden presentar alcalinidad sódica subsuperficial pero cuyo denominador común es el anegamiento periódico por la presencia de la capa freática próxima a la superficie.
Como inclusiones, se pueden encontrar algunos médanos de reducidas dimensiones.
El porcentaje y la erosión de la serie Villa Valeria limitan severamente la aptitud agrícola de esta unidad cartográfica, siendo más apta para la implantación de pasturas.
Se señalan en la carta médanos activos y fijos hasta donde la escala lo permite. En el área, los mismos no parecen haber variado de tamaño ni forma, presumiéndose que no hubo avances ni han aparecido otros nuevos.
En este capítulo se presenta la interpretación utilitaria (Clasificación de las tierras por su Capacidad de Uso) de las unidades establecidas en la Carta de Suelos y se proponen las prácticas generales para el manejo adecuado y la conservación del suelo, la planta y el agua. También se señalan en forma de cuadros las distintas clases de tierras presentes en esta Hoja, agrupadas en función de sus limitaciones de manejo.
Se ha adoptado el sistema de clasificación utilizado por el Servicio de Conservación de Suelos de los Estados Unidos, adaptado para los suelos de esta área en particular. Este sistema comprende tres grandes categorías: Clase, Subclase y Unidad de Capacidad de Uso. Dado que en el reconocimiento básico de los suelos de la provincia de Córdoba se han utilizado las escalas de semidetalle y reconocimiento, la clasificación adoptada agrupa los suelos sólo al nivel de clase y subclase.
El sistema de clasificación distingue ocho clases (señaladas con números romanos del I al VIII) que indican un aumento progresivo de las limitaciones que presentan los suelos para el desarrollo de la producción. Las cuatro primeras clases incluyen los suelos aptos para agricultura. La clase I no presenta prácticamente limitantes para su uso, requiriendo poco tratamiento de manejo o conservación especial. En las clases II, III y IV las limitantes aumentan progresivamente y en consecuencia grados crecientes de cuidado y protección. Las clases V a VII por lo general no son aptas para agricultura y precisan cuidados progresivamente más intensos aun cuando se destinen para pastura o forestación. Finalmente, la clase VIII no tiene aplicación agrícola ni ganadera; solo sirve para la recreación, para preservación del ambiente y la biodiversidad, aprovisionamiento de agua o fines estéticos.
Las subclases informan sobre los tipos principales de limitaciones que afectan a las clases. Excepto la clase I, el resto admite una o dos de las cuatro subclases y se designan agregando las letras minúsculas “e”, “w”, “s” o “c” a continuación del número de clase. Por ejemplo: “IIIe”; “IVws”.
La subclase “e” – erosión – está integrada por suelos erosionados y/o con la susceptibilidad a la erosión como limitante para su uso.
La subclase “w” – exceso de agua – incluye suelos que presentan drenaje pobre, humedad excesiva, capa freática alta y/o peligro de anegamiento.
La subclase “s” – limitaciones del suelo dentro de la zona radical – incluye suelos que presentan escasa profundidad, baja capacidad de retención de humedad, salinidad o alcalinidad y/o bajo nivel de fertilidad.
La subclase “c” – limitación climática – está compuesta por suelos en los cuales el clima es la mayor limitante.
Con frecuencia, ciertos suelos ofrecen dos limitaciones. Por ejemplo: “es” o “ws”, sobre todo en el caso de los complejos y asociaciones de suelos. En las agrupaciones de suelos con dos limitaciones – peligro de erosión e impedimentos en la zona radical – “e” precede a “s”. Asimismo, la restricción por exceso de agua, “w”, antecede a limitaciones en la zona radical, “s”. Esta Hoja presenta las combinaciones “ws” y “es”.
A continuación, se describen las clases del sistema de capacidad de uso de la tierra, los subgrupos y las subclases y combinaciones reconocidas en esta hoja.
Suelos con ninguna o leves limitaciones que restringen el uso, capaces de producir una amplia variedad de cultivos. Pueden utilizarse para cultivos, pasturas, forestación, campos naturales de pastoreo, etc. Son profundos, generalmente bien drenados y se trabajan con facilidad. En esta carta, no han sido reconocidos suelos de esta clase.
Suelos con algunas limitaciones que exigen prácticas simples de manejo y conservación, de fácil aplicación. Son adecuados para agricultura, pasturas y forestación. En esta carta, no se han sido reconocidos suelos de esta clase.
Suelos con limitaciones más severas que la clase III, cuando están cultivados requieren prácticas de manejo y conservación más difíciles y complejas. Generalmente son adecuados para una estrecha gama de cultivos. No obstante, pueden ser utilizados para pasturas, forestación y otros usos de la tierra. Al igual que las unidades cartográficas con capacidad de uso “IIIes”, las que tienen subclase “IVes” (con baja capacidad de retención hídrica) fueron divididas en dos unidades de capacidad de uso (IVes-1 y IVes-2) de acuerdo a la erosión eólica actual y/o su susceptibilidad a la misma.
Suelos con severa susceptibilidad a la erosión y/o con moderada erosión actual. Comprende:
Suelos con severa a grave susceptibilidad a la erosión eólica y/o moderada a severa erosión actual. Comprende:
Suelos con drenaje algo excesivo que poseen una baja a moderada capacidad de retención de humedad asociada a una moderada limitación climática y/o afectados por salinidad y/o alcalinidad. Comprende:
Suelos con drenaje interno pobre a moderado y moderadamente afectados por alcalinidad sódica y/o salinidad que restringe el crecimiento y elección de cultivos. Comprende:
Suelos con escaso o ningún riesgo de ser afectados por erosión, pero con otras limitaciones que impiden el manejo normal para los cultivos comerciales. Por esta razón solo resultan adecuados para ser usados como campos naturales de pastoreo, pasturas cultivadas, bosques o como refugio de la fauna silvestre. En esta carta, no han sido reconocidos suelos de esta clase.
Suelos con graves limitaciones para su uso, resultando no aptos para agricultura. Son apropiados como campos naturales de pastoreo, pasturas implantadas, bosques y fauna.
Suelos con severa erosión eólica actual y/o susceptibilidad grave y muy baja capacidad de retención de humedad. Comprende:
Suelos con exceso de humedad por la acumulación de aguas de escorrentías provenientes de áreas circunvecinas más elevadas o con drenaje interno muy pobre e impedido que, con frecuencia, producen anegamiento. Están asociados a otros suelos frecuentemente alcalinos y/o salinos. Comprende:
Suelos con muy graves limitaciones para su uso. Debido a que las condiciones físicas y químicas son muy deficientes, generalmente no se justifica aplicar ningún tipo de mejoras, quedando reducido su uso casi exclusivamente como campos naturales de pastoreo o para bosques y refugio de la fauna.
suelos afectados con erosión actual o susceptibilidad grave que pueden requerir siembra o plantaciones para proteger el suelo o prevenir algún daño a áreas vecinas. La capacidad de retención de humedad útil es tal que el tipo y cantidad de plantas que pueden ser producidas es restringida. Comprende:
Suelos con considerable exceso de humedad, debido a la acumulación de las aguas de escorrentía provenientes de áreas circunvecinas más elevadas, con anegamiento o capa freática que permanece cerca o sobre la superficie la mayor parte del tiempo. También esta subclase incluye suelos fuertemente afectados por alcalinidad y/o salinidad. Comprende:
Los suelos de esta clase no tienen aplicación agrícola ni ganadera. Debido a la gravedad de sus limitaciones solo sirven para recreación, preservación del ambiente y la biodiversidad, aprovisionamiento de agua, fines estéticos, etc. Comprende:
Los relevamientos de suelos proporcionan un gran volumen de información básica acerca de las características, propiedades, estado, clasificación taxonómica y distribución de los distintos tipos de suelos reconocidos, como así también, de las condiciones climáticas y fisiográficas del área cartografiada. La evaluación de las tierras consiste básicamente en una sistematización y categorización de los conocimientos existentes sobre dicho recurso, con la finalidad de predecir su comportamiento frente a determinados propósitos de utilización y conservación, sistemas de manejo y mejoramiento.
Los índices de productividad constituyen un sistema cuantitativo de evaluación de tierras. La metodología utilizada es la misma que se usó para la evaluación de tierras (Nakama y Sobral, 1987), con el fin de proporcionar una base objetiva de las condiciones agroclimáticas que permita sustentar una valuación impositiva.
Dicha metodología está basada en el sistema propuesto por J. Riquier “Un modelo matemático para el cálculo de la productividad en términos de parámetros de suelos y clima” (1972) y J. Riquier, D. Bramão y J. Cornet (1970) “Un nuevo sistema de evaluación de suelos en términos de producción actual”, a los que se adaptaron a distintas condiciones ecológicas del país y al tipo y cantidad de información básica disponible.
El IP se interpreta como una proporción del rendimiento máximo potencial de los cultivos más comunes de una región, ecotípicamente adaptados, bajo un determinado nivel de manejo (Tasi y Shulz, 2008).
La evaluación de las tierras por el método del IP se realizó para la situación de los perfiles representativos de suelos descritos en el área de estudio, asumiendo la incorporación de igual tecnología para todos los casos.
Para el área comprendida dentro de esta carta de suelos, la fórmula paramétrica multiplicativa utilizada para el cálculo del Índice de Productividad Taxonómico (IPt) corresponde a la Región Chaco Pampeana Sur (I A), subregión E, integrada por diez parámetros:
IPt = H x D x Pe x Ta x Tb x Sa x Na x MO x T x E
IPt = Índice de Productividad del suelo considerado (unidad taxonómica).
H = condición climática
D = drenaje
Pe = profundidad efectiva
Ta = textura del horizonte superficial
Tb = textura del horizonte subsuperficial
Sa = salinidad
Na = porcentaje de sodio de intercambio (alcalinidad)
MO = materia orgánica
T = capacidad de intercambio catiónico
E = erosión
Cada factor o parámetro descripto ha sido subdividido en clases, a cada una de las cuales se le ha asignado un valor numérico. Estos valores varían de 10 a 100 y son interpretados como una proporción del rendimiento máximo de los cultivos más comunes bajo un nivel intermedio de manejo.
No todos los parámetros tienen la misma incidencia en la obtención del Índice de Productividad final. El clima, el drenaje, la inundación y la profundidad efectiva entre otros, son de mayor gravitación que la materia orgánica, la capacidad de intercambio catiónico o el peligro de erosión.
Una vez obtenido el Índice de Productividad de cada uno de los suelos presentes (IPt), el paso siguiente es el cálculo del Índice de Productividad de la Unidad Cartográfica (IPc). Por lo tanto, para el cálculo del Índice de Productividad de la Unidad Cartográfica es imprescindible disponer previamente de los valores de IP de cada uno de los integrantes taxonómicos y de las respectivas fases de suelos, si éstas intervienen en la composición de la Unidad Cartográfica. Es por ello que se ha introducido también en la fórmula el factor denominado "fase". Las distintas fases han sido valoradas numéricamente de acuerdo con su incidencia en la utilización, manejo de los suelos y productividad.
Una vez obtenidos todos los valores de IPt, se procede al cálculo del Índice de Productividad para cada una de las Unidades Cartográficas (IPc) descriptas, para lo cual se utiliza la fórmula:
IPc = Sn1 IPt x f x p
IPc = Índice de productividad de la unidad cartográfica.
IPt = Índice de productividad de la unidad taxonómica.
f = fase/s.
p = porciento que ocupa la unidad taxonómica (Serie, Familia, Subgrupo, Gran Grupo), dentro de la unidad cartográfica.
n = Ultimo componente taxonómico integrante de la unidad cartográfica.
1 = Primer componente taxonómico de la unidad cartográfica.
Esta información se utiliza a los fines de poder tener una comparación numérica con el sistema de evaluación cualitativo, descripto en el punto 4.1. (Capacidad de Uso). El Índice de Productividad de cada una de las Unidades Cartográficas de la presente Carta de Suelos se encuentra en la Guía o Leyenda de Unidades Cartográficas.
La figura N°5 resume los factores climáticos y edáficos que intervienen en el cálculo de los índices de productividad de las unidades taxonómicas y los pasos sucesivos para la determinación del índice de productividad de la unidades cartográficas considerando la presencia de distintas fases.
Para cada clase y subclase de capacidad de uso, se sugieren las prácticas de manejo y conservación adecuadas, seleccionadas en base a la experiencia y conocimiento local. Dado el amplio y creciente número de prácticas agronómicas e ingenieriles que se encuentran disponibles, se realiza una breve descripción de las mismas. La aplicación de estas técnicas y herramientas están destinadas a cumplir uno más de los siguientes objetivos de uso y manejo del suelo, el agua y la planta:
A. Control de la erosión y conservación del agua.
B.Corrección de los problemas de drenaje y anegamiento.
C.Mantenimiento o mejora de la productividad del suelo (fertilidad química, física y biológica).
En el Cuadro N°22 se enumeran las prácticas sugeridas para las diferentes clases y subclases de capacidad de uso. Está destinado principalmente a los profesionales del sector agropecuario. También será útil como material de consulta para los extensionistas de la zona, que deban asistir a los productores en la selección de las prácticas de manejo y conservación más adecuadas para sus suelos. Estas recomendaciones son dinámicas y no estáticas; su cambio o modificación depende del avance de los conocimientos en la materia y del criterio profesional de los técnicos.
Práctica de Manejo (ver glosario) |
Unidades de Clasificación (Clases y Subclases de Capacidad de Uso) |
||||||||
IIIes-2 |
IIIsc |
IVes-1/2 |
IVsc |
IVws |
VIes |
VIws |
VIIes |
VIIws |
|
Control de malezas |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
|
|
Cortinas rompevientos |
N/P |
N/P |
N/P |
N/P |
|
N/P |
|
|
|
Cultivos de cobertura |
E/A |
E/O |
E/A |
E/A |
E/A |
|
|
|
|
Cultivos en franjas |
N/O |
|
E/A |
N/A |
|
|
|
|
|
Dosificación variable de insumos |
C/A |
C/A |
C/A |
C/A |
C/A |
|
|
|
|
Encalado |
C/O |
C/O |
C/O |
C/O |
C/O |
C/O |
C/O |
|
C/O |
Fertilización |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
C/O |
C/O |
|
C/O |
Fijación de médanos |
|
|
|
|
|
E/P |
|
E/P |
|
Implantación de pasturas adaptadas |
C/O |
C/O |
N/O |
N/O |
N/O |
E/O |
E/O |
E/O |
C/O |
Manejo del campo natural |
|
|
|
|
|
|
|
E/P |
N/P |
Mejoramiento de pasturas |
C/O |
C/O |
N/O |
N/O |
N/O |
N/O |
N/O |
N/O |
N/O |
Pastoreo racional |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
Práctica de apertura de cortafuegos |
|
|
|
|
|
C/O |
|
N/P |
|
Recuperación de suelos salino-sódicos |
|
|
|
|
N/P |
|
C/O |
|
C/O |
Riego suplementario |
C/O |
C/O |
C/O |
C/O |
|
|
|
|
|
Rotación de cultivos |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
|
|
Siembra directa |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
E/A |
|
|
Categoría de tratamiento: E=Esencial, N=Necesario, C=Conveniente
Frecuencia de aplicación: A=Anual, O=Ocasional, P=Permanente
También debe destacarse, que la provincia de Córdoba posee una amplia legislación en materia de la conservación del suelo, la planta y el agua que incluye a: la “Ley de Consorcios de Conservación de Suelos” (Ley N° 8863/00), la “Ley de Conservación de Suelos” (Ley N°8936/01), el “Plan Provincial Agroforestal” (Ley N° 10467) y recientemente, las “Buenas Prácticas Agropecuarias” (Ley N° 10.663).
Todas las prácticas de manejo y conservación incluidas en el texto están definidas en el Glosario de Términos Técnicos, que se encuentra en el capítulo 5 de esta memoria. A demás, se mencionan en la Bibliografía (Capítulo 6) algunos textos específicos (ya sea en formato papel o digital), sin pretender que sea un listado exhaustivo, sino simplemente orientativo.
• Control de malezas
Consiste en la disminución de la población de aquellas plantas no deseadas que acompañan al cultivo durante su ciclo de crecimiento por métodos mecánicos, químicos, biológicos y culturales. Tiene por objetivo eliminar o reducir la competencia por los recursos ambientales ante la proliferación de las malezas frente a los cultivos.
• Cortinas rompevientos
Consisten en barreras vivas de árboles y/o arbustos que se utilizan para proteger a cultivos, pasturas, plantaciones frutales, huertas y viviendas del viento. El área cubierta por la cortina dependerá de su altura, ancho y permeabilidad. Las especies utilizadas para construir la barrera deben estar adaptadas a las condiciones del lugar en dónde se quieran instalar. Durante su establecimiento se deberá reponer las plantas fallidas y protegerlas de las plagas específicas.
• Cultivos de cobertura
Son cultivos que se siembran con el objetivo de mantener el suelo cubierto durante el período que de otra forma permanecería desnudo. Éstos mejoran la estabilidad del sistema, no solo en cuanto a propiedades del suelo, sino también por su capacidad de promover una biodiversidad aumentada en el agroecosistema. Los cultivos de cobertura tienen valor por su efecto sobre la fertilidad del suelo y pueden servir como forraje para el ganado.
Dentro de sus beneficios se pueden destacar: protegen el suelo en períodos de barbecho disminuyendo el riego de erosión; evitan la pérdida de nutrientes, los movilizan y reciclan; mejoran la estructura del suelo y rompen las capas compactadas incrementando la captación de agua; pueden ser usados para el control de malezas y plagas disminuyendo el uso de agroquímicos; pueden disminuir el riesgo de salinización.
Tiene la desventaja de que en años secos se vea perjudicada su correcta implantación, pero en años normales aportan sustentabilidad en sistemas de cultivo continuo y estabilizan los rendimientos.
• Cultivos en franjas
Consiste en la intercalación de los cultivos con franjas protectoras de otros cultivos o pasturas, con el objetivo de controlar la erosión eólica. Para que puedan cumplir su función, las franjas deben orientarse en forma perpendicular a la dirección de los vientos predominantes y establecerse su ancho a partir de diversos parámetros como la susceptibilidad del suelo a erosionarse y la especie a utilizar como protectora.
• Dosificación variable de insumos
La agricultura por ambientes consiste en dar a cada parte del lote un manejo diferenciado de acuerdo con sus características. Esta técnica utiliza herramientas que permiten establecer la variabilidad del suelo y estratificarlo en unidades de manejo en cuanto a relieve, fertilidad química, contenido de humedad, materia orgánica, etc.
El objetivo de esta práctica es optimizar el uso de los insumos y maximizar la potencialidad de cada ambiente, aportando diferentes cantidades de producto de acuerdo a la capacidad productiva y al riesgo de degradación de cada zona del lote, por ejemplo: densidad de siembra variable, dosificación variable de fertilizantes y productos fitosanitarios.
• Encalado
Consiste en la aplicación de una enmienda cálcica a los cultivos y pasturas. Tiene como objetivo producir la mejora física (aumentar la agregación) y físico-química (aumentar el pH, llevándolo a la neutralidad) del micrositio de germinación cuando se encuentran frente a condiciones de suelos ácidos. Puede utilizarse cualquier cal agrícola de suficiente pureza y calidad, como así también yeso (sulfato de calcio), caliza molida u otras cales minerales como dolomita.
• Fertilización
Está práctica está basada en el suministro de nutrientes al suelo para mantener la fertilidad química del mismo y proveer a las plantas aquellos nutrientes que pudieran ser deficitarios en el suelo.
En primer lugar, debe efectuarse un diagnóstico del estado nutricional del suelo a través de un análisis, tomando las muestras en función de la extensión y heterogeneidad del lote. Existen diversos criterios al momento de tomar la decisión de la dosificación del fertilizante a aplicar.
• Fijación de médanos
Consiste en la implantación de una cobertura vegetal continua sobre toda la superficie que abarca el médano y sus alrededores. El método de fijación puede ser la praderización y/o la forestación. La elección de una, otra o su combinación, estará determinada principalmente por el relieve. En caso de tratarse de una formación de poca altura será conveniente la praderización del mismo, para ello, en caso de ser necesario, se rebajan las crestas más agudas y se siembra pasto llorón con sorgo o centeno como acompañante, según se haga en primavera u otoño respectivamente. Luego se recubre la superficie sembrada con cualquier tipo de cobertura como: fardos o rollos de pasto de descarte, paja, ramas, cañas, etc. que protegerán al suelo hasta el establecimiento de la pastura.
Cuando se trata de un médano con crestas de altura, seguidas de grandes depresiones, es importante la colonización del mismo mediante la forestación. Las especies utilizadas para este tipo de trabajo son el álamo 214 y el sauce híbrido, obteniéndose muy buenos resultados con ambas especies de plantas. Otras especies a utilizar, que sirven de complemento a las anteriormente mencionadas son las coníferas (cipreses y pinos) las que se colocan generalmente en la periferia de la superficie a forestar.
• Implantación de pasturas adaptadas
Consiste en sembrar pasturas adaptadas a cada región. Permiten producir en ambientes con determinadas limitantes o en dónde otras especies de mayor valor forrajero no prosperarían. Al momento de la elección de la pastura se debe tener en cuenta cual es la limitante del suelo que afecta la producción. Existen especies adaptadas a distintos factores como pueden ser la sequía, salinidad, sodicidad, anegamiento, suelos arenosos o de baja fertilidad, etc.
• Manejo del campo natural
Es la planificación y dirección del uso múltiple del campo natural, para obtener la máxima producción animal económica sostenida, compatible con la conservación y/o mejoramiento de los recursos naturales relacionados.
• Mejoramiento de pasturas
Para lograr el propósito de obtener rendimientos satisfactorios de forrajes de alta calidad dando protección adecuada al suelo, nos referimos a dos formas de mejorar las pasturas.
La primera es la fertilización, que es el agregado de nutrientes y busca incrementar la persistencia de la pastura y aumentar su producción forrajera o de semillas. Puede aplicarse en pasturas naturales o implantadas. Por otra parte, para lograr la renovación se puede reimplantar las especies forrajeras existentes, establecer otras o mejorar las tierras mediante discado u otro procedimiento mecánico que permita la propagación de las pasturas por vía vegetativa a través de rizomas y estolones.
• Pastoreo racional
Consiste en mantener una cobertura vegetal continua para evitar la degradación del suelo. Se trata de la combinación de la carga animal correcta con períodos breves de aprovechamiento, acompañados con descansos oportunos. Estos descansos deben planificarse para que se den durante los períodos de resiembra natural y crecimiento de la pastura.
• Práctica de apertura de picadas y cortafuegos en áreas de monte natural
El siempre latente peligro de incendios en áreas de monte natural, hace imprescindible el mantenimiento de cortafuegos y picadas en condiciones, para permitir facilidad de desplazamientos y posibilidad de lucha contra el fuego. Por otra parte se recomienda el uso de picadas para ayudar a una distribución más adecuada del ganado y reducir áreas de sub-uso. Dichas picadas realizadas de acuerdo a la legislación que exista.
• Recuperación de suelos salinos, sódicos o salino-sódicos
En función de la observación a campo y los datos de laboratorio, se determinará en cuál de las tres condiciones mencionadas se encuentran los suelos y se aplicará las técnicas de recuperación correspondientes, a tal efecto se puede recurrir a la amplia bibliografía existente sobre el tema.
• Riego suplementario
Proceso consistente en suministrar agua adicional para estabilizar o incrementar el rendimiento, en condiciones “in situ” en las que un cultivo no se puede cultivar normalmente con el agua directa de la lluvia por ser el agua adicional insuficiente para la producción del cultivo. La técnica consiste en compensar los déficits de agua de lluvia en etapas críticas del cultivo para aumentar el rendimiento.
• Rotación de cultivos
Consiste en un sistema planificado donde se alternan cultivos de diferentes familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos, evitando que el suelo se agote y que las enfermedades y plagas que afectan a un tipo de plantas se perpetúen. Se pueden incluir cultivos de cobertura si el periodo entre la cosecha de un cultivo y la siembra del próximo es demasiado largo. Las rotaciones hacen un uso balanceado de nutrientes, comparado con el monocultivo, y si ello se complementa con una fertilización que contemple las diferentes necesidades de cada cultivo, se mantendrá el potencial productivo de los suelos.
Por otra parte, los distintos sistemas radiculares de los cultivos exploran diferentes estratos del perfil, permitiendo una colonización del suelo con raíces de diferente arquitectura. Debido a esto, cada tipo de raíz genera una clase determinada de poros, los cuales según su tamaño tendrán funciones de aireación, ingreso del agua al perfil, almacenamiento, o funciones mixtas. Al descomponerse las raíces por actividad de los microorganismos quedan formados poros, los cuales presentan alta estabilidad y continuidad espacial, favoreciendo una buena dinámica de aire y agua.
La rotación de cultivos favorece a obtener un balance neutro o positivo de carbono, comparado con el monocultivo. Es importante ajustar su intensidad de la rotación a la realidad climática y productiva de cada zona, principalmente a la disponibilidad de agua.
• Siembra directa
La siembra directa es la práctica de cultivar la tierra sin ararla y con cobertura permanente del suelo (cultivos y rastrojos) que protege la capa superficial del calor, del impacto de las gotas de lluvia y la exposición al viento; mantiene el suelo más fresco, reduce la pérdida de humedad por evaporación, logrando un uso más eficiente del agua, y la pérdida de suelo por erosión. Consiste en implantar un cultivo directamente sobre el rastrojo de la cosecha anterior, removiendo el suelo solo en la línea de siembra.
Para aplicarla correctamente debe entenderse como un sistema integrado junto a otras prácticas (rotación de cultivos, fertilización, cultivos de cobertura, etc.) que complementan sus ventajas con el propósito de producir sin dañar o degradar el suelo y mejorando sus condiciones físicas, químicas y biológicas. Al realizarse estas prácticas de manera conjunta será posible mantener altos niveles de materia orgánica, mejorar la porosidad y movilidad de agua en el suelo e incrementar la estabilidad de los agregados y la fertilidad.
Las principales prácticas recomendadas para estos suelos de acuerdo a su capacidad de uso son siembra directa con rotaciones agrícolas que mantengan una cobertura permanente de rastrojo. También es recomendable la inclusión de pasturas al ciclo en una rotación agrícola-ganadera. Los cultivos o pasturas posibles a incorporar en la rotación son los siguientes:
Cultivos de Verano |
Girasol - Maíz – Maní – Mijo - Soja – Sorgo |
Verdeos de Verano |
Maíz – Mijo – Moha – Sorgo |
Verdeos de invierno |
Avena – Cebada – Centeno – Rye grass -Trigo – Triticale |
Cultivos de invierno |
Alpiste – Cebada - Colza – Garbanzo - Trigo |
Pasturas Gramíneas Perennes |
Agropiro – Digitaria – Grama rhodes – Gatton panic – Panicum coloratum – Pasto llorón - Buffel grass – Pasto Puna |
Pasturas Leguminosas |
Alfalfa – Melilotus – Tréboles – Vicia |
Estas prácticas deben ser complementadas con el control de malezas y la fertilización de los cultivos o pasturas, justificándose en algunos casos la aplicación de insumos a dosis variables debido a la heterogeneidad de los suelos que integran complejos que forman las unidades cartográficas.
Para las unidades IIIes-2, al tener los suelos moderada susceptibilidad a la erosión eólica, las siembras deberán realizarse de forma perpendicular a los vientos. También será necesario utilizar cultivos de cobertura sobre todo después del cultivo de leguminosas o aquellas especies que dejen escaso rastrojo, para evitar la exposición del suelo al viento. Las especies más utilizadas para este fin son los cereales de invierno, principalmente el centeno. También es recomendable para estos suelos la práctica de riego suplementario debido a la baja retención de humedad, lo que implicará un aumento en la frecuencia de riego, con bajo riesgo de degradación si el agua utilizada es de buena calidad.
En el caso de los suelos con capacidad IIIes-2 por tener moderada a severa susceptibilidad a la erosión, siempre se debería implantar un cultivo de cobertura, especialmente después de aquellos cultivos que dejen escaso rastrojo.
Son suelos con moderada limitación climática y severa susceptibilidad a la erosión eólica (IVes-1), o severa a grave susceptibilidad a esta erosión (IVes-2), y con baja capacidad de retención de humedad.
Se recomienda realizar siembra directa acompañada de rotaciones en dónde predominen pasturas y gramíneas que incorporen buenas cantidades de materia orgánica al suelo. Los cultivos de leguminosas anuales no deberían superar el 20% de participación en la rotación (una vez cada 5 años). Debido a su susceptibilidad a la erosión eólica se hace imprescindible mantener el suelo cubierto durante todo el año, siendo esenciales los cultivos de cobertura.
Se recomienda que los cultivos de la rotación sean sembrados de forma perpendicular a la dirección de los vientos predominantes y en franjas para el control de la erosión. El aprovechamiento de las pasturas en la rotación debe realizarse con pastoreo racional y cargas animales adecuadas que eviten la degradación por pisoteo.
En los suelos con capacidad IVes-2, se aconseja evitar en la rotación los cultivos de leguminosas anuales, especialmente aquellas que requieran de la remoción del suelo para su cosecha exponiendo al suelo a la acción directa del viento.
Es posible encontrar variabilidad en algunos lotes dentro de las unidades cartográficas con esta capacidad de uso, por lo que en determinadas situaciones la dosificación variable de insumos puede ser una alternativa. Respecto del riego suplementario, son suelos que pueden ser regados con buena calidad de agua ya que la limitante “s” no proviene de la presencia de sales ni álcalis sino de la baja retención de humedad.
La recomendación para este grupo de suelos en cuanto a prácticas de conservación es similar al grupo anterior. Deben ser cultivados bajo siembra directa con control de malezas durante el barbecho. En la rotación es recomendable incluir al menos un 70% de pasturas perennes.
Además, deberían incorporarse especies adaptadas a deficiencia en el drenaje, salinidad y/o sodicidad. Como especies adaptadas a las características de estos suelos se sugieren dentro de las rotaciones: maíz, agropiro, melilotus, festuca, girasol, cebada, sorgo y grama rhodes.
Por tratarse de complejos, en las unidades cartográficas con esta capacidad de uso es factible de realizar dosificación variable de insumos en el caso de la fertilización. Los suelos con capacidad de uso IVws son solo aptos para riego en condiciones especiales y antes de utilizarlos para tal fin debe llevarse adelante una rigurosa evaluación del sitio y la calidad del agua para evitar problemas de salinización.
Para las unidades con capacidad de uso VIes, se pueden implantar pasturas adaptadas a suelos arenosos, como el pasto llorón, que mantengan cubierto el suelo durante todo el año.
Las pasturas deberán manejarse con pastoreo racional en dónde se mantenga continuamente el tapiz vegetal. En este caso es posible el mejoramiento de pasturas mediante la fertilización.
Una práctica esencial en estas unidades es la fijación de médanos a los que generalmente se encuentran asociadas. Será necesario evitar cualquier tipo de labor o pastoreo que pueda reactivar aquellos que ya han sido fijados.
Para los suelos VIws se recomienda la implantación de pasturas permanentes adaptadas en base a agropiro, tréboles, sorgos, etc., mientras que los VIIws se recomienda el aprovechamiento del pastizal natural. Tanto las pasturas implantadas como el pastizal natural deben manejarse con pastoreo racional, evitando que quede el suelo desnudo en algún momento.
En sectores escogidos puede ser factible el mejoramiento de la pastura natural mediante la implantación de pasturas adaptadas.
El inventario de las necesidades de manejo y conservación de las tierras, comprendidas en esta memoria, se basó en la clasificación de la capacidad de uso descripta en el Capítulo 4.1.
Los datos del inventario aparecen expuestos en los Cuadros N° 27 y 28. En el primero se indica el total de hectáreas correspondientes a cada clase de capacidad de uso (I a VII inclusive) y el porcentaje que representa con respecto a la superficie total de las tierras que contiene. Además, se han agrupado las clases en tres categorías (A, B y C) agregándose una final (D) correspondiente a las tierras no inventariadas.
Las categorías diferenciadas son:
De esta manera se expone un resumen cuantitativo del recurso tierra en términos de clases de capacidad de uso, información particularmente útil para las autoridades –a cualquier nivel de gobierno– encargadas del desarrollo regional, la mejora del suelo y el adecuado planeamiento de su uso.
El Cuadro N°28 contiene datos sobre el carácter y la extensión de las limitantes para el manejo, expresadas por las clases y subclases de capacidad de uso. Esta información permite definir las prácticas de manejo o conservación adecuadas para un área, con el fin de lograr el control efectivo de la erosión, la conservación o eliminación del agua y el mantenimiento o incremento de la productividad.
|
Por Clases |
Por Categoría |
||||
ha |
% sobre |
ha |
% sobre |
|||
Subtotal |
Total |
Subtotal |
Total |
|||
A. Tierras aptas para todo tipo de cultivos adaptados climáticamente a la región: |
|
|
|
|
|
|
Clase III |
11.408 |
5.86 |
5.49 |
|
|
|
Subtotal |
|
|
|
11.408 |
5.86 |
5.49 |
B. Tierras aptas solo para ciertos cultivos: |
|
|
|
|
|
|
Clase IV |
78.651 |
40.37 |
37.88 |
|
|
|
Subtotal |
|
|
|
78.651 |
40.37 |
37.88 |
C. Tierras generalmente no aptas para cultivos: |
|
|
|
|
|
|
Clase VI |
96.779 |
49.68 |
46.62 |
|
|
|
Clase VII |
7.966 |
4.09 |
3.84 |
|
|
|
Subtotal |
|
|
|
104.745 |
53.77 |
50.45 |
Subtotal: Tierras incluidas en este inventario |
194.804 |
100 |
93.83 |
194.804 |
100 |
93.83 |
D. Tierras excluidas de este inventario: |
|
|
|
|
|
|
Misceláneas (tierras urbanas y suburbanas) |
257 |
|
0.12 |
|
|
|
Ríos |
4.922 |
|
2.37 |
|
|
|
Médanos |
6.694 |
|
3.22 |
|
|
|
Médanos + Lagunas |
935 |
|
0.45 |
|
|
|
Subtotal: Tierras excluidas de este inventario |
12.808 |
|
6.17 |
12.808 |
|
6.17 |
Total de la Hoja |
207.612 |
|
|
207.612 |
|
100 |
Clases de Capacidad de Uso |
“es” |
“sc” |
“ws” |
Total Hoja |
||||
|
ha |
% |
ha |
% |
ha |
% |
ha |
% |
III |
9.726 |
4.68 |
1.682 |
0.81 |
11.408 |
5.49 |
||
IV |
73.787 |
35.54 |
1.467 |
0.71 |
3.397 |
1.64 |
78.651 |
37.88 |
VI |
92.028 |
44.33 |
|
4.751 |
2.29 |
96.779 |
46.62 |
|
VII |
4.473 |
2.15 |
|
3.493 |
1.68 |
7.966 |
3.84 |
|
Subtotal |
|
194.804 |
93.83 |
|||||
Ríos |
4.922 |
2.37 |
||||||
Médanos |
6.694 |
3.22 |
||||||
Médanos + Lagunas |
935 |
0.45 |
||||||
Misceláneas urbanas |
257 |
0.12 |
||||||
Total |
207.612 |
100 |
Símbolo |
Nombre de la Unidad |
Capacidad de Uso |
IP |
ha |
BE1 |
Consociación BUENA ESPERANZA |
VIes |
7 |
1.574 |
BE2 |
Asociación de Serie BUENA ESPERANZA 50%; BUENA ESPERANZA en fase llana 30% y 20% de relictos medanosos antiguos |
VIes |
7 |
4.754 |
BE4 |
Consociación BUENA ESPERANZA en fase con capa freática alta y fluctuante |
VIIws |
7 |
6 |
BE7 |
Complejo de Series BUENA ESPERANZA en fase moderadamente erosionada 50%; VILLA VALERIA en fase ligeramente erosionada 30% y 20% de suelos menores arenosos poco diferenciados |
VIIes |
7 |
4.473 |
DCp1 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO 60%; EL YARARÁ en fase parcialmente acumulada 20% y HUINCA RENANCÓ en fase ligera a moderadamente erosionada 20% |
IVes-2 |
17 |
2.400 |
DCp2 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO en fase ligera a moderadamente erosionada 50%; EL YARARÁ en fase parcialmente acumulada 20% y HUINCA RENANCÓ en fase moderadamente erosionada 30% |
VIes |
14 |
2.618 |
DCp3 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO en fase ligera a moderadamente salina en profundidad y moderadamente bien drenada 40%; EL YARARÁ en fase ligera a moderadamente salina en profundidad y moderadamente bien drenada 40% y LECUEDER 20% |
IVws |
17 |
3.397 |
DCp5 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO 50%; EL PEQUÉN 20% y VILLA VALERIA en fase moderada a severamente erosionada 30% |
IVes-2 |
20 |
2.410 |
DCp6 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO 50%; EL YARARÁ 35% y HUINCA RENANCÓ en fase moderadamente erosionada 15% |
IVes-1 |
20 |
2.442 |
DCp7 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO 50%; VILLA VALERIA 25% y VILLA VALERIA en fase ligera a moderadamente erosionada 25% |
IVes-2 |
16 |
7.095 |
DCp8 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO 50%, VILLA VALERIA en fase ligera a moderadamente erosionada por viento 30% y EL YARARÁ 20% |
IVes-2 |
19 |
20.312 |
DCp9 |
Complejo de Series DEL CAMPILLO 40%, VILLA VALERIA en fase severamente erosionada por viento 40% y EL YARARÁ en fase acumulada 20% |
VIes |
13 |
8.333 |
ESm |
Consociación El Sarmiento |
IIIsc |
68 |
1.682 |
ESm2 |
Complejo de Series EL SARMIENTO 60%; EL YARARÁ 25% y 15% de suelos ligeramente salinos |
IVsc |
48 |
808 |
ESm3 |
Complejo de Series EL SARMIENTO 50%; EL YARARÁ 30% y VILLA VALERIA 20% |
IIIes-2 |
50 |
6.838 |
EYr1 |
Complejo de Series EL YARARÁ 75% y DEL CAMPILLO 25% |
IIIes-2 |
24 |
2.888 |
EYr7 |
Complejo de Series EL YARARÁ 50%; LA BEATRIZ 30% y HUINCA RENANCÓ en fase moderadamente erosionada 20% |
IVes-2 |
23 |
2.962 |
EYr11 |
Complejo de Series EL YARARÁ en fase parcialmente acumulada 70% y HUINCA RENANCÓ en fase ligera a moderadamente erosionada 30% |
IVes-1 |
20 |
2.735 |
EYr12 |
Complejo de Series EL YARARÁ 50% y HUINCA RENANCÓ en fase moderadamente erosionada 50% |
IVes-2 |
19 |
1.176 |
EYr13 |
Complejo de Series EL YARARÁ 50%; DEL CAMPILLO 30% y LA BEATRIZ 20% |
IVes-1 |
23 |
1.174 |
EYr14 |
Complejo de Series EL YARARÁ 40%; El YARARÁ en fase acumulada 20% y DEL CAMPILLO en fase moderadamente erosionada por viento 40% |
IVes-1 |
20 |
10.792 |
EYr15 |
Complejo de Series EL YARARÁ 30%; EL YARARÁ en fase acumulada 30%; DEL CAMPILLO 20% y VILLA VALERIA en fase moderadamente erosionada por viento 20% |
IVes-2 |
18 |
8.125 |
EYr16 |
Complejo de Series EL YARARÁ 50%; EL SARMIENTO 25% y VILLA VALERIA 25% |
IVes-1 |
33 |
12.164 |
LBt1 |
Complejo de Series LA BEATRIZ 50%; LA BOHEMIA 30% y EL YARARÁ en fase moderadamente alcalina en profundidad 20% |
VIws |
24 |
169 |
LBt2 |
Complejo de Series LA BEATRIZ 40%; ALFALEGRE 30% y EL YARARÁ en fase moderadamente alcalina en profundidad 30% |
VIws |
21 |
1.497 |
LBt4 |
Complejo de Series LA BEATRIZ 40% en fase sódica superficial; EL YARARÁ 35% en fase sódica subsuperficial y ALFALEGRE 25% |
VIIws |
11 |
428 |
Lec1 |
Complejo de Series LECUEDER 40%; LA MATILDE 20%; VILLA VALERIA 20% y DEL CAMPILLO en fase moderadamente bien drenada 20% |
VIws |
16 |
335 |
LMa1 |
Complejo de Series LA MATILDE 50%; LA MATILDE en fase fuertemente alcalina en superficie 30% y VILLA VALERIA 20% |
VIws |
15 |
1.881 |
LMa2 |
Complejo de Series LA MATILDE en fase fuertemente alcalina superficial 40%; VILLA VALERIA en fase moderadamente bien drenada 30% y 30% de suelos hidromórficos salino-sódicos |
VIIws |
7 |
616 |
LMa3 |
Complejo de Series LA MATILDE 30%; LECUEDER 30% DEL CAMPILLO en fase moderadamente bien drenada 20% y 20% de lagunas |
VIIws |
12 |
734 |
RV1 |
Complejo indeterminado de suelos salinos alcalinos de terrazas intermedias del Río Popopis |
VIIws |
6 |
1.709 |
RV2 |
Complejo indeterminado de suelos salinos alcalinos de terrazas bajas inundables del Río Popopis |
VIII |
3 |
4.922 |
RV3 |
Complejo indeterminado de suelos fluvioeólicos vinculados al Río Popopis |
IVsc |
37 |
659 |
RV4 |
Complejo indeterminado de suelos salino-sódicos vinculados al Río Popopis |
VIws |
18 |
869 |
VV2 |
Complejo de Series VILLA VALERIA 40%; VILLA VALERIA en fase moderadamente erosionada 40% y BUENA ESPERANZA 20% |
VIes |
12 |
21.321 |
VV3 |
Complejo de Series VILLA VALERIA en fase moderadamente erosionada 50%; VILLA VALERIA en fase acumulada 25% y BUENA ESPERANZA en fase severa a gravemente erosionada 25% |
VIes |
8 |
17.577 |
VV4 |
Complejo de Series VILLA VALERIA en fase moderadamente erosionada 40%; BUENA ESPERANZA 30%; LA MATILDE 15% y 15% de suelos menores hidromórficos |
VIes |
10 |
4.078 |
VV5 |
Complejo de Series VILLA VALERIA 30%; VILLA VALERIA en fase moderadamente erosionada por viento 30%; DEL CAMPILLO 20% y EL YARARÁ 20% |
VIes |
20 |
22.168 |
VV6 |
Complejo de Series VILLA VALERIA en fase moderadamente erosionada 40%; DEL CAMPILLO 30%; LA MATILDE 15% y 15% de suelos menores hidromórficos |
VIes |
14 |
9.605 |
M |
Médanos |
VIII |
5 |
6.694 |
M+L |
Médanos + Lagunas |
VIII |
3 |
935 |